Gracias a su versatilidad en la cocina, su intenso sabor y por ser uno de los alimentos básicos en nuestra dieta, la cebolla suele ser reconocida como la reina de las verduras. Sin embargo, sus beneficios no se limitan a la gastronomía, pues también posee cualidades terapéuticas y poderosas propiedades antisépticas.
Si se consume cruda, la cebolla puede convertirse en una aliada importante para la salud de la piel, pues tiene un alto contenido en vitamina C y quercetina. Esta verdura puede potenciar la producción de colágeno y combatir los signos del envejecimiento, de acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. En términos concretos: es un alimento clave para mantener la firmeza y la elasticidad de la piel.
Beneficios para la salud
- Potencia la producción de colágeno: su alto contenido en vitamina C es esencial para la salud del sistema inmunológico, ya que protege al cuerpo de infecciones y favorece la cicatrización de heridas. Además, la vitamina C actúa como un potente antioxidante, lo que significa que ayuda a combatir el envejecimiento prematuro y la aparición de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
- Protege contra daños del ambiente: la quercetina, un potente antioxidante protege la piel de los radicales libres y de factores externos, como la radiación UV y la contaminación.
- Fortalece el cabello y las uñas: los minerales presentes en la cebolla -potasio, calcio y magnesio- mejoran la salud del cuero cabelludo y contribuyen al fortalecimiento de las uñas, previniendo que se quiebren con facilidad. Consumir alimentos ricos en estos minerales, como la cebolla, puede ser beneficioso para personas con hipertensión o aquellos que buscan mejorar su salud cardiovascular en general.
Importancia en la digestión
Por si fuera poco, la fibra contenida en la cebolla mejora el tránsito intestinal, lo que resulta en una digestión eficiente. Esta fibra también contribuye a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, previniendo problemas cutáneos, como el acné.
Además, es un alimento con un bajo contenido calórico, por lo que las personas preocupadas por su peso no tienen por qué renunciar a su consumo. En promedio, 100 gramos de cebolla contienen alrededor de 40 calorías. Esto se debe a su alto contenido de agua (aproximadamente el 89%), lo que le permite ser un alimento hidratante y refrescante.
¿Cómo puedo incluirla en mi dieta?
La versatilidad de la cebolla hace que pueda añadirse en ensaladas, jugos, utilizarla como ‘topping’ en tacos, ‘wraps’ y salsas. La intensidad de su sabor realza los platillos, pero también aporta una cantidad importante de antioxidantes y nutrientes esenciales para la salud general del organismo.
La cebolla en nuestro país
La cebolla es usada en las cocinas de todo el mundo, su origen data desde el año 6.000 a.C., y ha sido parte fundamental en la creación de diversos platillos. En México, la cebolla es la tercera hortaliza que más se produce, pues su uso en el rubro culinario requiere de ella en grandes cantidades. Los principales estados productores son Baja California, Guanajuato y Tamaulipas.
La producción de cebolla se orienta en su mayor parte al consumo directo, estimándose en alrededor del 12 por ciento la que se utiliza para procesos de industrialización, sea en forma de sazonador, aderezo, producto deshidratado en polvo, granulado, picado, rebanado o bien en forma de hojuela, y una mínima parte se dedica a la obtención de aceites derivados de ella.