Como cada cuatro años, las elecciones de Estados Unidos generan múltiples expectativas y un sin número de especulaciones. Este año no es diferente, ya que las campañas de ambos candidatos, como es común, han sido usadas para denostar al otro. Esta vez, tanto la candidata Harris como del expresidente Trump, cuentan con la experiencia en el manejo del gobierno de los Estados Unidos, se sabe cómo han actuado en las relaciones bilaterales y en la relación trilateral del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
De los temas comunes con México, el más señalado por ambos candidatos, el TMEC es una oportunidad de mejorar las relaciones en los tres países pero sobre todo con México por las múltiples implicaciones que tendrían las afectaciones comerciales por ser de los principales socios. El tratado, debe generar beneficios y un mejor balance comercial que permita a los tres paises fortalecerse como una potencia comercial de America del Norte. Este, ha permitido a nuestro país la mejora salarial de trabajadores, así como la mejora en la normatividad, calidad y condiciones físicas de las fábricas.
En materia poblacional existen múltiples temas que han sido señalados. Es claro que ambos tienen una posición severa sobre la inmigración ilegal y en el tema del narcotrafico. Aún cuando las posturas de los candidatos son opuestas y hasta contradictorias, el trabajo coordinado con México permitirá reducir las implicaciones negativas para ambos países.
México ha generado acciones para evitar el flujo de migrantes a Estados Unidos, hasta el grado de agregar personal de la Guardia Nacional en ambas fronteras, que han inhibido el flujo migratorio, pero no lo han contenido. Aún cuando ambos candidatos se han mostrado poco sensibles a los graves problemas que tienen los migrantes en los lugares de expulsión, incluyendo la falta de oportunidades para tener una vida digna. Oportunidad para generar opciones a traves de esa relación trilateral o de cada país.
En materia de salud, y con base en la posible nueva versión del TMEC, esperamos se mejore y se cumplan los objetivos que de manera coordinada, por tener un efecto en las poblaciones por su cercanía, en materia de prevención y gestión de crisis sanitarias, acceso en medicamentos con la disposición, en su caso, de la propiedad intelectual, la regulación sanitaria conveniente que proteja a la ciudadanía, donde la COFEPRIS jugará un papel importante con la mejora de los tiempos de autorización, así como en investigación, como uno de los compromisos de la actual administración.
Un ejemplo de lo que se puede hacer, es el programa para migrantes de California, donde participan médicos mexicanos, donde la cooperación bilateral, permite la atención con calidad de la población. Este es un polo de desarrollo de interés. Los programas piloto han permitido llevar servicios médicos a poblaciones que no contaban con estos servicios.
En materia arancelaria, el desplazamiento de trabajadores estadunidenses, que no necesariamente aceptan los tipos de trabajo que se realizan adentro y fuera de su país, ambos han puesto énfasis en el retorno de actividades al mismo, proponiendo posibles alzas en los aranceles que haga poco atractivo su fabricación en nuestro pais, un tema es la de la fabricación y/o ensamblado de vehículos donde estamos desarrollado producciones importantes y de calidad que ha permitido la importación a diferentes países.
La relación bilateral y la dependencia recíproca en la sociedad comercial que se tiene, será factor importante para ambos países que inician una nueva administración. Confiemos que ambas partes usen la diplomacia como parte escencial de las relaciones.
* Dr. Gustavo A. Olaiz Fernández. Coordinador General del Centro de Investigaciones, en Políticas, Poblaciones y Salud (CIPPS) de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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