Esta es la postura de yoga que favorece la movilidad, concentración y articulaciones, accesible para todos

Incorporar esta postura en tu práctica de yoga puede transformar tu salud física y mental

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Al practicar yoga se logra una conexión profunda entre cuerpo y mente, promoviendo la calma y la estabilidad emocional. (Imagen: Especial)
Al practicar yoga se logra una conexión profunda entre cuerpo y mente, promoviendo la calma y la estabilidad emocional. (Imagen: Especial)

El ejercicio físico es esencial no solo para el fortalecimiento muscular, sino también para el mantenimiento de la movilidad articular y el bienestar general. Según un informe de National Geographic, integrar la actividad física en la rutina diaria es crucial, ya que cualquier movimiento es preferible a la inactividad. Este enfoque resalta la necesidad de considerar la movilidad como un componente fundamental de la salud, mucho más allá de la mera preservación de las articulaciones en la vejez.

El informe subraya que mejorar la movilidad no solo contribuye a una mayor agilidad, sino que también disminuye el riesgo de lesiones durante la práctica de diversas actividades. En este sentido, es vital realizar ejercicios que promuevan estos objetivos. Una opción accesible y efectiva es la práctica de ciertas posturas de yoga que pueden realizarse en casa, incluso sin experiencia previa.

Una de las asanas más recomendadas es la postura del árbol, o Vriksasana. Esta posición, sencilla y adaptativa, fortalece las rodillas, tobillos y caderas, convirtiéndose en un aliado poderoso para la salud del cuerpo.

El Vriksasana fortalece los músculos de las piernas y mejora la flexibilidad de la columna, ideal para quienes buscan un ejercicio integral. (Photo: Danny Lawson/PA Wire)
El Vriksasana fortalece los músculos de las piernas y mejora la flexibilidad de la columna, ideal para quienes buscan un ejercicio integral. (Photo: Danny Lawson/PA Wire)

Beneficios de la postura del árbol

La postura del árbol no solo trabaja el equilibrio, sino que también mejora la concentración. Al ejecutar esta asana, los practicantes pueden enfocar su atención en la respiración y disfrutar de los beneficios de la relajación. La técnica consiste en permanecer sobre una pierna, mientras la otra se apoya en el muslo o pantorrilla de la pierna de soporte. Este ejercicio, que imita un árbol enraizado que extiende sus ramas hacia el cielo, desafía tanto el equilibrio físico como mental, promoviendo una conexión con el entorno.

Además, esta postura contribuye a estirar la ingle y la columna vertebral cuando se realiza correctamente, lo que mejora la flexibilidad. A nivel mental, la postura del árbol calma y ordena la mente, promoviendo un enfoque más claro.

La postura del árbol fomenta el equilibrio y la concentración, convirtiéndose en un pilar esencial de la práctica de yoga. (REUTERS/Athit Perawongmetha)
La postura del árbol fomenta el equilibrio y la concentración, convirtiéndose en un pilar esencial de la práctica de yoga. (REUTERS/Athit Perawongmetha)

Guía Paso a Paso para Practicar Vriksasana

  • Posición Inicial: Comienza de pie, con los pies juntos y el cuerpo alineado verticalmente. Fija la mirada en un punto visible frente a ti, manteniendo la concentración en esa referencia.
  • Transferencia de Peso: Apoya el peso en la pierna izquierda. Asegúrate de que esta pierna esté firme y estable.
  • Colocación del Pie: Desliza la planta del pie derecho por la parte interna de la pierna izquierda hasta llegar a la rodilla.
  • Apoyo en la ingle: Con la mano derecha, toma el tobillo derecho y coloca el talón en la ingle izquierda. Asegúrate de que la planta del pie esté bien apoyada en el muslo interno, con los dedos apuntando hacia abajo. Si no puedes alcanzar la ingle, ubica el pie lo más alto posible sobre el muslo, manteniendo una ligera presión.
  • Opción Alternativa: Si colocar el pie en la ingle es complicado, puedes apoyarlo en el tobillo o la rodilla.
  • Alineación de la Rodilla: Lleva la rodilla derecha hacia atrás para alinear las caderas.
  • Postura de Oración: Junta las palmas de las manos en el centro del pecho, manteniendo la pierna izquierda firme y el tronco erguido.
  • Elevación de Brazos: Cuando te sientas equilibrado, inspira y eleva los brazos por encima de la cabeza, manteniendo las palmas juntas. Alarga la columna y estira el tronco hacia arriba.
  • Respiración: Concéntrate en la respiración abdominal, relajándote en la postura. Permanece el tiempo que consideres cómodo.
  • Deshacer la Postura: Para salir de la asana, deshazla en el mismo orden en que la realizaste. Tómate un momento para sacudir la pierna izquierda y liberar cualquier tensión. Luego, respira hondo y repite la postura con la pierna derecha.
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