La obesidad en México es una problemática de salud que ha aquejado a la población desde principios del siglo XXI, cuando fue que esta tendencia comenzó a elevarse en nuestro país. Esto se debe a que la dieta mexicana comenzó a incorporar un aspecto que ha contribuido a esta situación, que es el excesivo consumo de refresco.
El refresco tiene exceso de azúcares, que son un tipo de carbohidratos que se pueden encontrar en los alimentos o bebidas o añadirse de manera artificial. Algunos de ellos son la fructosa, glucosa o dextrosa, jarabe de maíz, azúcar invertido y jarabe de maíz de alta fructosa, que ha causado mucha polémica, pues está asociado a que la persona que consume una bebida o alimento que lo contenga, no siente saciedad, por lo que sigue comiendo.
Los azúcares, si se consumen en exceso, pueden ocasionar sobrepeso o, en un caso más extremo, obesidad, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades, como la diabetes mellitus, la hipertensión, enfermedades cerebrovasculares o cáncer; estas enfermedades disminuyen la calidad de vida e incrementan el riesgo de muerte prematura entre las personas que las padecen.
En este sentido, de acuerdo con el estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los refrescos menos dañinos, por no tener jarabe de maíz, contener pocas calorías y azúcar y no llevar conservadores son
- Brillante Tehuacán y Aurrera
- San Bernardino Zero
- Coca Cola Light
- Free Lifht
- Buho
Por su parte, el estudio también reveló cuales eran los refrescos con menos azúcar; sin embargo, no en todos los casos resultaron ser los menos dañinos pues algunos contenían elevada cantidad de otras sustancias dañinas como el jarabe de maíz.
- Schweppes
- Delaware punch
- Pepsi Black
Sin embargo, esto no quiere decir que sean “más saludables” y que no se deba controlar su consumo; La mayoría de los refrescos analizados superan la recomendación de azúcares totales de la OMS 25 g al día, ya sea por envase o por 100 ml.
México ocupa el primer puesto en el consumo de refrescos a nivel internacional, por encima de Estados Unidos, quien ocupa el segundo lugar, y de Chile, que se encuentra en la tercera posición, de acuerdo con un estudio realizado por el Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Nacional de Colombia.
Este vergonzoso título lo alcanza con un consumo de 163 litros, cantidad de consumo promedio anual de una persona en México, lo cual representa una ingesta de un 40 por ciento mayor a lo que se bebe en EE UU, donde se toman 118 litros anuales, según señala información de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En marzo del 2020 se publicó la Modificación a la NOM-051-SCFI/SSA1-2010 que cambió el etiquetado de Guías Diarias de Alimentación (GDA) debido a que no era comprendido por la población mexicana.
Se implementó, además, el Sistema de Etiquetado Frontal, que busca prevenir y controlar la obesidad y las enfermedades no transmisibles (ENT), además de permitir que la mayor parte de la población pueda identificar de una manera fácil y rápida las calorías y nutrimentos críticos, e incorpora dos leyendas precautorias para proteger a niños y niñas de efectos adversos por el consumo de edulcorantes y cafeína.