Las lágrimas juegan un papel fundamental en la protección y lubricación de los ojos, actuando como una barrera crucial contra infecciones y otros problemas oculares.
Su función principal es mantener la superficie ocular húmeda, lo que permite enfocar la luz correctamente y garantizar una visión clara, según el Instituto Nacional de los Ojos de Estados Unidos (NIH).
No obstante, diversos factores pueden afectar la salud de la película lagrimal, provocando una serie de enfermedades y molestias oculares. Por ello, es esencial entender estos factores para prevenir y tratar eficazmente cualquier alteración relacionada con las lágrimas.
Cuáles son estos factores
El ojo seco es un problema de salud pública que padecen la mitad de los jóvenes por uso de dispositivos electrónicos y hasta el 70 por ciento de los pacientes mayores, de acuerdo con el artículo Celular, pantallas y contaminación pueden enfermar tus lágrimas de la revista UNAM Global de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La contaminación, el clima, la luz que emiten los dispositivos electrónicos, la postura y la distancia a la que los ocupamos son los factores causantes de esta enfermedad, de acuerdo con Oscar Ramos, coordinador del Centro de Diagnóstico de Alteraciones de Superficie ocular de la carrera de Optometría de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES-I)
“Aunque hay pacientes asintomáticos, los ojos rojos, sentir arenilla en los globos oculares o tallarse mucho los párpados, pueden ser síntomas”, menciona el artículo.
Aunque la edad es un factor que no se puede dejar de lado en esta enfermedad, el uso de computadoras, tablets o celulares genera que las personas parpadeen menos, además de pasar mucho tiempo y a distancias muy cortas frente a los dispositivos, evitando la lubricación saludable del ojo.
En la clínica-Escuela de la FES-I se realizan pruebas Ferning para estudiar lágrimas de pacientes. Con ayuda de una pipeta se recoge una muestra de lágrima y se coloca en un portaobjetos para que después de secarse se pueda analizar con ayuda del microscopio.
“En una lágrima sana se podrán observar infinidad de formas de helechos. En una enferma, aquéllos serán menos o desaparecerán por completo”, menciona Gaceta UNAM.
Cada vez que parpadeamos, una fina capa de lágrimas, llamada “película lagrimal”, cubre la superficie de la córnea, que es la capa transparente externa del ojo, de acuerdo con el Instituto Nacional de los Ojos de Estados Unidos (NIH).
Esta película se distribuye por los ojos desde las glándulas lagrimales, ubicadas por encima de ellos, y luego se drena a través de pequeños orificios en las esquinas internas de los ojos, cerca de la nariz, para finalmente bajar por el interior de la nariz.
Está compuesta por tres capas esenciales. La capa más externa es grasosa y se encarga de evitar que las lágrimas se evaporen rápidamente, además de alisar la superficie de los ojos. La capa intermedia es acuosa y mantiene los ojos húmedos, nutriendo el tejido ocular.
Por último, la capa interna es mucosa, y su función principal es ayudar a que la película lagrimal se adhiera bien a la superficie del ojo, manteniéndolo protegido y lubricado.
Cómo se puede evitar este padecimiento
Oscar Ramos sugiere reducir las iluminaciones intensas, estar en ambientes bien ventilados, mantener los dispositivos electrónicos al menos a 40 centímetros de distancia del rostro y descansar cinco minutos por cada 20 minutos de uso.
El Instituto Nacional de Salud (NIH) recomienda el uso de gotas para los ojos como tratamiento para el síndrome del ojo seco. Sin embargo, es fundamental consultar a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento.
Adicionalmente, evitar el humo, el viento y el aire acondicionado, utilizar un humidificador para mantener el aire de su hogar lo suficientemente húmedo, utilizar lentes de sol al aire libre, tomar suficiente agua y dormir suficiente.