Si estás planeando una reunión y no sabes qué cocinar, los dátiles envueltos en jamón serrano son una excelente opción para ofrecer como entrada. Esta combinación clásica y sofisticada une la dulzura natural de los dátiles con el intenso sabor salado del jamón serrano, creando un contraste delicioso.
Preparar esta receta no requiere habilidades culinarias avanzadas, sólo tener estos dos ingredientes principales, un claro ejemplo de cómo la simplicidad también puede ser un gran aliado para una experiencia gastronómica de diez.
La clave está en elegir dátiles de alta calidad y jamón serrano fresco, para que cada bocado sea un equilibrio perfecto de texturas y sabores que sorprenda a más de uno.
Cómo preparar este bocadillo
Esta receta está publicada en Larousse Cocina, rinde ocho porciones, el tiempo de preparación es de 15 minutos y la dificultad es baja.
Ingredientes
- 200 gramos de dátiles Medjool, sin semilla
- 150 gramos de queso crema, a temperatura ambiente
- 50 gramos de nueces pecanas, picadas
- 1 cucharada de cebollín finamente picado
- Cantidad suficiente de sal
- Cantidad suficiente de pimienta negra molida
- 150 gramos de jamón serrano
Procedimiento
- Precalienta el horno a 180 grados centígrados.
- Mezcla el queso crema en un tazón con la nuez, el cebollín y salpimenta al gusto.
- Abre los dátiles a lo largo, rellénalos con la mezcla de queso y envuelve cada uno con jamón serrano.
- Acomódalo en un plato y sirve de inmediato.
Historia y beneficios de los dátiles
El dátil es un fruto originario del Oriente Medio y África del Norte, conocido por su riqueza en hierro, potasio, calcio, magnesio y fibra. Además, posee un alto contenido calórico, lo que lo convierte en una excelente fuente de energía.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, la palma datilera puede crecer en climas cálidos y áridos, y tolera el agua salada, lo que la hace ideal para el cultivo en zonas áridas. A nivel mundial, Egipto, Arabia Saudita, Irán, Argelia e Iraq son los principales productores de dátiles.
En México, el cultivo de este fruto se concentra en cuatro estados: Baja California, Baja California Sur, Coahuila y Sonora, siendo este último el principal productor con más del 50% de la producción nacional.
El proceso de deshidratación del dátil ocurre de manera natural mientras aun está en la palma, y es rico en carbohidratos, conteniendo entre un 50% y 75% de azúcares, además de fibra. Cien gramos aportan aproximadamente 275 calorías, según el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de México.
“Es un endulzante natural saludable porque no aporta calorías vacías, sino que es rico en vitaminas, entre los minerales destacan: potasio -el más abundante-, magnesio, y además cobre, fósforo, hierro, sodio, calcio o zinc, entre otros”, menciona el sitio del Instituto.
El azúcar es el componente principal del mesocarpio del dátil, con un contenido que varía entre 70 y 80 gramos por cada 100 gramos. La fibra oscila entre 6.40 y 11.50 gramos por cada 100 gramos; la proteína, entre 2.30 y 5.60 gramos; la grasa, entre 0.20 y 0.50 gramos; y los minerales, entre 0.10 y 916 miligramos.
A pesar de su elevado contenido en azúcares naturales, posee un bajo índice glucémico, lo que significa que se digiere y absorbe lentamente, evitando picos de glucemia, o aumentos bruscos de azúcar en sangre, lo cual es beneficioso para la mayoría de las personas.
Este fruto es una buena fuente de fenoles, carotenoides y flavonoides, y contienen altos niveles de aminoácidos esenciales. También es rico en vitaminas A, B1, B2, B3, C y B6, además de compuestos antioxidantes que juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, cancerígenas y virales.
La vitamina B6 mejora las funciones cerebrales como la memoria, la concentración, la atención, el aprendizaje y la capacidad intelectual. Su alto contenido en fibra dietética es esencial para la salud del tracto digestivo, ayudando a reducir el riesgo de cáncer de colon y mejorando condiciones como el síndrome del colon irritable, el estreñimiento y las hemorroides.
Además, los minerales en los dátiles, como el potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro y zinc, promueven la disminución de la presión arterial y mejoran la función cardíaca.