Esta es la poderosa razón por la que no deberías comer antes de ir al gimnasio, según la ciencia

El ayuno previo al entrenamiento puede ayudar a tener mejores resultados ya que promueve una mejor quema de la grasa al usar energía de reserva

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Algunas personas prefieren realizar su entrenamiento sin haber consumido ningún alimento previo  (Imagen Ilustrativa Infobae).
Algunas personas prefieren realizar su entrenamiento sin haber consumido ningún alimento previo (Imagen Ilustrativa Infobae).

Durante mucho tiempo ha existido un eterno debate sobre si es saludable o no desayunar antes de realizar actividad física y aunque existen diferentes posturas al respecto, recientemente fue dada a conocer la opinión de un experto en nutrición que habla sobre el tema.

Fue así que el especialista en nutrición de la Universidad de Bath, reveló en el podcast ZOE SCIENCE AND NUTRITION, que saltarse el desayuno antes de entrenar puede ser más beneficioso de lo que se piensa.

Y es que este cambio de hábito puede parecer contradictorio a la creencia popular de que es imprescindible desayunar para tener energía, pero estudios recientes sugieren que la energía acumulada del día anterior suele ser suficiente para una sesión de entrenamiento intensa.

Además, de acuerdo con el experto, diversos estudios han encontrado que ejercitarse en ayunas podría estimular una quema de grasa más acelerada, lo que incluso podría llegar a representar una quema de calorías de un 70% mayor en las personas que ayunan que en quienes no lo hacen.

Lo anterior es una buena noticia para quienes prefieren ejercitarse en ayunas, ya que este hábito puede lograr una mayor eficacia en la pérdida de grasa y azúcar, dado que en ayunas el cuerpo se ve estimulado a usar su reserva de grasa como fuente de energía.

Ayunar antes del entrenamiento ayuda a tener mejores resultados  (Imagen Ilustrativa Infobae)
Ayunar antes del entrenamiento ayuda a tener mejores resultados (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estos son los beneficios de realizar ejercicio en ayunas

  • Mejora la sensibilidad a la insulina: El ejercicio en ayunas puede aumentar la sensibilidad a la insulina, lo que puede ser beneficioso para la regulación del azúcar en la sangre y para prevenir enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
  • Aumenta la flexibilidad metabólica: Ayuda a que el cuerpo se adapte mejor a utilizar diferentes fuentes de energía, mejorando la flexibilidad metabólica.
  • Estimulación de mitocondrias: Puede mejorar la función y el número de mitocondrias dentro de las células, lo que favorece la producción de energía y la resistencia.
  • Liberación de hormonas de crecimiento: El ejercicio en ayunas puede aumentar los niveles de hormonas de crecimiento, lo cual es beneficioso para la reparación y crecimiento muscular.
  • Rutina simplificada: Entrenar en ayunas puede simplificar la rutina diaria, eliminando la necesidad de planificar y consumir una comida previa al ejercicio.
  • Ahorro de tiempo: Puede ser una opción eficiente para aquellos con horarios ocupados, permitiendo hacer ejercicio temprano en la mañana sin la necesidad de desayuno.

Cabe mencionar que el entrenamiento en ayunas suele ser más efectivo para actividades de baja a moderada intensidad. Para ejercicios de alta intensidad, podría resultar en una disminución en el rendimiento si no se ha adaptado bien a esta práctica. Además, mantener una adecuada hidratación es crucial, especialmente al entrenar en ayunas.

Es importante también tomar en cuenta que no todas las personas responden de la misma manera al ejercicio en ayunas. Es importante escuchar al cuerpo y ajustar la práctica según sea necesario.

El ayuno puede facilitar la quema de grasa y la aceleración del metabolismo  (Imagen Ilustrativa Infobae)
El ayuno puede facilitar la quema de grasa y la aceleración del metabolismo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles son los beneficios de realizar ejercicio

Hacer ejercicio en cualquiera de los momentos del día - mañana, tarde o noche - conlleva diversos beneficios para la salud. Actividades físicas como correr, saltar la cuerda, andar en bicicleta, levantar pesas o hacer sentadillas durante tan solo 20 minutos diarios pueden mejorar significativamente el flujo sanguíneo, reducir las enfermedades cardiovasculares y prevenir la obesidad.

Asimismo, el ejercicio contribuye a mantener tanto la salud física como mental, reduce el estrés y proporciona la energía necesaria para afrontar las demandas diarias.

Es crucial entender que la actividad física está estrechamente vinculada con la salud mental. Un cuerpo saludable propicia una mente saludable, lo que a su vez mejora la forma de pensar, la resolución de problemas y la concentración. La práctica regular de ejercicio ha mostrado beneficios adicionales en personas sedentarias, promoviendo un bienestar general.

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