OPINIÓN I Comercio electrónico y prácticas ilegales con semillas

La AMSAC se suma al llamado del secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, para organizar una mesa de trabajo a fin de de lograr una regulación y control de la venta de semillas a través de las plataformas de comercio electrónico

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Imagen de archivo. Encarnación Torres, de 66 años, cosecha maíz cerca del pueblo San Nicolás de los Ranchos en el estado Puebla, México. 17 de enero de 2007. REUTERS/Imelda Medina
Imagen de archivo. Encarnación Torres, de 66 años, cosecha maíz cerca del pueblo San Nicolás de los Ranchos en el estado Puebla, México. 17 de enero de 2007. REUTERS/Imelda Medina

La Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC ) se suma al llamado del secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, para organizar una mesa de trabajo a fin de de lograr una regulación y control de la venta de semillas a través de las plataformas de comercio electrónico.

La venta de semillas mejoradas satisface la demanda de miles de productores agrícolas en el país que buscan obtener buenos rendimientos con sus cultivos mediante el uso de semillas de calidad. Cabe recordar que en México el sector comercial de semillas abarca casi 70% de la superficie agrícola, de acuerdo con la Política Nacional de Semillas.

No obstante, como en otras áreas de la economía, existe un comercio ilegal de semillas —que incluye la venta de semillas de dudosa calidad, conocidas como semillas pirata— el cual ha crecido a medida que las y los consumidores mexicanos utilizan las plataformas electrónicas para obtener bienes y servicios.

La piratería de semillas es un aspecto que preocupa desde hace varios años a las empresas semilleras que trabajan en México, ya que perjudica los proyectos de compañías nacionales e internacionales que invierten en investigación y desarrollo para crear nuevas variedades vegetales y mejorar las semillas, pues, al no poder recuperar esa inversión, ven amenazada la viabilidad de su negocio.

Pero los pricipales afectados del comercio ilegal de semillas son los agricultores al no lograr los rendimientos proyectados y ver que su trabajo, literalmente, no da los frutos que anhelaban, lo que de paso crea un ambiente negativo para todos los actores involucrados en la producción y el comercio de semillas de calidad.

Desde la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC) hemos estimado el valor de la piratería y, con apoyo de nuestras empresas socias, calculamos que esta práctica puede llegar a alcanzar los 100 millones de dólares, que equivalen a 10% del valor del mercado semillas en México, calculado en 1,000 millones de dólares.

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Hace algunos días leímos con interés un comunicado oficial donde el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, convocó a los actores del sector agroalimentario y dependencias oficiales a “integrar una mesa de trabajo para revisar el comercio electrónico y lograr una regulación y control en el manejo de semillas y material vegetativo para evitar riegos sanitarios y productos de mala calidad”.

Desde la AMSAC nos sumamos a este llamado del secretario para organizar dicha mesa de trabajo a fin de trazar un plan que nos permita contrarrestar la piratería de semillas y otras prácticas ilegales como el rellenado de envases, el contrabando y la falsificación de marcas, que afectan la operación las compañías semilleras del país y perjudica en mayor medida a los productores agrícolas.

En la AMSAC estamos convencidos/as de que con educación, información oportuna y el apoyo de las autoridades de seguridad, agricultura y en materia fitosanitaria podremos tomar medidas decisivas para disminuir estas prácticas ilegales dentro del sector agroalimentario.

Las expresiones emitidas en esta columna son responsabilidad de quien las emite y no necesariamente coinciden con la línea editorial de Infobae, respetando la libertad de expresión y postura experta.

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