Seis mantras para retomar el control de tus emociones recomendadas por el Coaching

En una vida diaria llena de estrés, incertidumbres y desafíos constantes, mantener el control de nuestras emociones puede ser una tarea complicada. Sin embargo, existen herramientas sencillas y efectivas que pueden ayudarnos a gestionar mejor nuestras respuestas emocionales.

Una de ellas es el uso de mantras, sílabas, frases o palabras usualmente en sánscrito que en el hinduismo y el budismo se recitan durante el culto para invocar a la divinidad o como una herramienta de apoyo en la meditación, según la Real Academia Española (RAE).

Los mantras son más que simples palabras; son declaraciones de intención que nos permiten enfocar nuestra mente y corazón. Al ser repetidas con regularidad, pueden influir positivamente en nuestro estado mental y emocional.

Según Mónica García, autora de estas frases, coach de liderazgo personal y profesional y autora del libro Poder Emocional, como sociedad estamos acostumbrados a buscar constantemente la alegría y felicidad.

“La búsqueda de estas sensaciones puede generar una frustración continua si siempre estamos a la caza de lo positivo e ignoramos el valor que aporta lo que consideramos negativo. Y esa actitud, además, nos impide gestionar correctamente las emociones”, menciona Mónica García.

Para no estancarnos en la frustración que esto nos puede producir, la especialista menciona en su libro que es importante que las personas aprendan a surfear por las emociones.

Como primer paso para fortalecer la relación con nuestras emociones es importante abrazar el enredo interno en el que en ocasiones nos vemos sumergidos. Una forma para retomar el control de ellas y vivir con mayor seguridad y confianza es repetir los siguientes mantras:

1. La emoción es energía que genero con mi actitud, pensamientos y comportamientos.
2. Todo ocurre, no por algo, sino para algo: la expansión consciente de mi ser.
3. En cada situación siempre puedo elegir una respuesta o actuación que me haga sentir mayor orgullo y satisfacción personal.
4. La emoción, al igual que el dolor, es una señal, no el problema. Y atenderla me coloca al mando.
5. En cada momento, si estoy abierta a recibir, tendré todo lo que necesito.
6. Me merezco todo lo mejor que la vida tiene que ofrecer.

Los mantras se originaron como invocaciones a los “espíritus”. Inicialmente, los mantras fueron empleados por los indios védicos (y quizás por los sabios anteriores a ellos) para controlar a los dioses, atraerlos y hacer que cumplieran los deseos humanos, según el Centro Budista de la Ciudad de México.

“Detrás del mantra está la idea de que si uno menciona el nombre de algo adquiere poder sobre ello. Si se nombra algo se tiene cierto control sobre ello. En cuanto alguien conoce el nombre secreto de un “espíritu” éste debe obedecer a esa persona y está obligado a venir cuando escuche su nombre”, menciona la página del Centro.

Para los budistas no existe la diferencia entre el nombre y la cosa, pues cuando se menciona el nombre de algo o de alguien, esa cosa o persona se hacen presentes en la mente.

Es posible utilizar el mantra a lo largo del día, se puede repetir en diferentes momentos del día e incluso establecer una cantidad específica de mantras para recitar fuera de la práctica formal. Sin embargo, es fundamental evitar el hábito de hacerlo de manera distraída y automática, ya que podrías terminar repitiéndolo sin estar consciente de ello.