Prepara esta poderosa gelatina de mezcal rica en colágeno

Los beneficios de este postre incluyen mejoras en la la elasticidad de la piel y la digestión

Guardar
El colágeno es un componente fundamental de la grenetina (Imagen Ilustrativa Infobae)
El colágeno es un componente fundamental de la grenetina (Imagen Ilustrativa Infobae)

Esta receta es una excelente opción para llevar a una reunión con amigos, pues además de la bebida que contiene, su frescura encantará a todos.

Un ingrediente estrella de la receta, pues aporta muchos beneficios a la salud, es la grenetina. Esta contiene colágeno, una proteína benéfica para la elasticidad de la piel y la resistencia de las uñas, según el artículo Tecnología de elaboración de gomitas de grenetina adicionadas con vitamina C, publicado por el Instituto Politécnico Nacional de México.

Además, no contiene carbohidratos, azúcares, grasa ni colesterol, según la misma publicación.

En la cultura tradicional mixteca el mezcal se ha utilizado para curar el mal de ojo, empacho y espanto. Al ser un digestivo, su consumo moderado promueve el crecimiento de la flora intestinal. También ayuda a regular el colesterol y a tener buenas funciones circulatorias, de acuerdo con el libro Mezcal, publicado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas México.

Cómo preparar esta refrescante gelatina

Soprende a tus invitados con esta novedosa gelatina (Imagen Ilustrativa Infobae)
Soprende a tus invitados con esta novedosa gelatina (Imagen Ilustrativa Infobae)

El tiempo aproximado de preparación es de 25 minutos, sin contar la refrigeración de la gelatina. Esta receta fue creada por Bibi García y está publicada en la página Cookpad. Puedes utilizar versiones bajas en grasa de los ingredientes si buscas cuidar las calorías.

Ingredientes

  • 60 ml de mezcal
  • 400 ml leche evaporada
  • 200 ml leche condensada
  • 300 ml de agua
  • 30 gramos de grenetina
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 limón grande
  • Hojas de menta

Preparación

  1. Vierte la grenetina como si fuera lluvia a un recipiente con 100 mililitros de agua. Deja reposar por 10 minutos.
  2. Caliente la grenetina por 15 segundos en el microondas. Si notas que tiene grumos agrega 5 segundos más y repite las veces que sea necesario.
  3. Licúa o bate la leche evaporada, la leche condensada, la vainilla, 200 mililitros de agua y el mezcal.
  4. Agrega la grenetina y bate o licúa de nuevo.
  5. Vacía la mezcla en un molde y refrigera por 6 horas. El alcohol hará que se tarde más en cuajar.
  6. Desmolda y sirve con rodajas de limón y hojas de menta.

Si quieres que la textura sea más cremosa puedes agregar 100 gramos de queso crema y restar a 125 mililitros de agua.

Origen e historia del mezcal

Es importante consumir mezcal que sea producido de forma responsable con el medio ambiente (FB/@MEZCALFEST.MX)
Es importante consumir mezcal que sea producido de forma responsable con el medio ambiente (FB/@MEZCALFEST.MX)

México cuenta con cerca de 200 especies de agave, de las cuales solo entre 12 y 15 son usadas para hacer mezcal. Cada mezcal está asociado a una especie de maguey y una región campesina. La palabra Mezcal proviene del Náhuatl y significa maguey cocido según la monografía del mezcal de la Dirección General Adjunta de Planeación Estratégica y Análisis Sectorial del Gobierno de México.

El maguey mezcalero tiene hojas largas y fibrosas de color verde azulado. Se aprovecha su piña o cabeza, y la planta madura entre siete y diez años. El mezcal se obtiene por destilación y rectificación de mostos preparados con los azúcares de las cabezas maduras del maguey, cocidas y fermentadas.

“La industria del mezcal se inició en el siglo XVI, pero no fue hasta la Revolución Mexicana que tuvo su primer impulso. Sin embargo, su crecimiento fue muy lento, hace tan solo 15 años la producción del mezcal de manera artesanal era ilegal por lo que todo se elaboraba de manera clandestina”, se menciona en el documento.

La norma considera dos tipos de mezcal. Tipo I: Mezcal 100% Agave, elaborado solo con azúcares de agave. Tipo II: Mezcal, con hasta un 20% de otros carbohidratos permitidos. Según su proceso post-destilación, se clasifica en tres categorías: Mezcal añejo (madurado al menos un año en madera), Mezcal joven (sin maduración prolongada) y Mezcal reposado (madurado al menos dos meses en madera).

Según el Gobierno de México, la producción de mezcal incluye cinco procesos:

  • Cocimiento: Se realiza en hornos de subsuelo, hornos verticales de mampostería, hidrolizadores o autoclaves. Este proceso transforma los almidones del maguey en glucosa y fructosa, y las piñas cocidas se llaman mezcal.
  • Molienda: Se lleva a cabo mediante macerado a mano, tahonas accionadas por caballos o mulas, o desgarradoras con prensa. El jugo obtenido, llamado mosto, se deposita en tinas de fermentación.
  • Fermentación: Se realiza en tinas de madera, pilas forradas de madera o tanques de acero inoxidable. Dura de 1 a 3 días, convirtiendo los azúcares del mosto en alcohol. El jugo fermentado, conocido como mosto muerto, tiene entre 6 y 7% de alcohol.
  • Destilación: Utiliza ollas de barro, alambiques de cobre o acero inoxidable para separar el alcohol del mosto muerto. El producto inicial se conoce como mezcal de primera destilación.
  • Rectificación: Similar a la destilación, este proceso eleva el contenido de alcohol del mezcal mediante una segunda destilación.

La denominación de origen del mezcal cubre territorios protegidos en Durango, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.

La creciente demanda global de mezcal amenaza las plantas y animales endémicos de México, así como sus relaciones ecológicas y el sistema económico de las comunidades locales, de acuerdo con el artículo ¿Para todo mal, mezcal? Un problema global y endémico publicado por el Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Por ello, es fundamental desarrollar alternativas sustentables mediante la colaboración entre maestros mezcaleros, científicos y el sector privado. Se recomienda consumir marcas medioambientalmente responsables y que cultiven sin pesticidas dañinos.

Guardar