Una de las claves para alargar la vida, evitar enfermedades y por lo tanto ser más saludables en general, es la buena alimentación, que debe ser balanceada y enfocada en el consumo de carnes, verduras, frutas, cereales y la mayor cantidad de ingredientes naturales.
Los productos ultraprocesados o que tienen azúcares añadidas nunca podrán sustituir lo saludable de los alimentos de la naturaleza y por ello es recomendable para el organismo la ingesta de frutos. Hay muchos con los que estamos bien familiarizados: las fresas, los plátanos, los mangos, kiwis, cocos, cerezas, frambuesas, zarzamoras, papaya, melón, entre otros.
Sin embargo, también hay algunas frutas poco conocidas que no solemos ver en el mercado cuando vamos a surtir la despensa de la semana, pero que sin duda vale la pena conocer. En lo desconocido siempre hay sorpresas, como es el caso de la carambola, un extraño fruto amarillo que al cortarlo obtiene la forma de una estrella y que cuenta con múltiples beneficios para la salud de nuestro cuerpo.
La carambola, una bomba de beneficios para la salud
La carambola, también conocida como fruta estrella por su peculiar forma, es una fruta tropical originaria del sudeste asiático y muy popular en diversas partes del mundo, incluyendo México. Esta fruta ofrece múltiples beneficios para la salud gracias a sus componentes nutricionales y propiedades únicas.
La carambola es baja en calorías, con aproximadamente 31 calorías por cada 100 gramos, lo que la convierte en una opción excelente para quienes buscan mantener o reducir su peso. Su alto contenido de fibra dietética favorece la digestión y ayuda a prevenir problemas como el estreñimiento, promoviendo un sistema digestivo saludable.
Una de las características más destacadas de la carambola es su riqueza en vitamina C. Esta vitamina no solo refuerza el sistema inmunológico, sino que también actúa como un potente antioxidante, protegiendo al cuerpo contra los daños de los radicales libres y contribuyendo a la reparación de tejidos. Por supuesto, ayuda a la producción de colágeno, la proteína clave de la juventud.
Además, la carambola contiene vitamina A, que es esencial para la salud ocular y el mantenimiento de la piel, así como pequeñas cantidades de vitaminas del complejo B que ayudan en el metabolismo energético.
Los minerales también están presentes en la carambola, siendo el potasio uno de los más destacados. Este mineral es fundamental para la regulación de la presión arterial y el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. Además, el magnesio presente en la fruta ayuda a relajar los músculos y a mantener la regularidad del ritmo cardíaco.
La carambola tiene propiedades antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo, lo cual es beneficioso para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro. Además, su alto contenido de agua ayuda a mantener la hidratación, especialmente en climas cálidos.
A pesar de sus beneficios, es importante destacar que las personas con problemas renales deben consumirla con precaución debido a su alto contenido de oxalato, que puede formar cristales en los riñones.
En la cocina, la carambola es versátil y se utiliza tanto en platos dulces como salados. Puede consumirse fresca, en ensaladas, jugos o incluso como decoración debido a su atractiva forma de estrella cuando se corta en rodajas.
Incorporar carambola en una dieta balanceada puede ofrecer numerosos beneficios para la salud gracias a su perfil nutricional único. Tal vez, la desventaja más grande de la carambola es que es bastante complicada de conseguir, al menos en México, por lo que encontrarla te llevará algunas horas.