(Enviado especial a Ciudad de México) - Claudia Sheinbaum llegó anoche al cuarto piso del hotel Hilton cuando desde las pantallas gigantes se emitía un video de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) felicitando su triunfo electoral holgado y contundente.
La presidente electa aguardó que su futuro antecesor terminara con el rito político y después caminó sonriendo hacia el centro del escenario. Fue una muestra espontánea de respeto institucional, y a continuación habló por 15 minutos para plantear una agenda de gobierno con ciertas divergencia respecto a las posiciones que exhibió AMLO en sus seis años de mandato.
Sheinbaum apoya una ley que contenga el derecho al aborto, cree en el equilibrio fiscal, considera necesario el desarrollo de las energías renovables, apuesta a multiplicar la inversión extranjera y presenta una mirada amplia sobre las relaciones exteriores.
Estos asuntos de Estado, que López Obrador manejo con criterio cerrado, empiezan a tener otro desarrollo político tras el discurso de Sheinbaum en el bunker del hotel Hilton. La presidenta electa posee una mirada del Siglo XXI, y también apuesta a su propio perfil político: no quiere gobernar seis años a la sombra de AMLO.
En este contexto, el consultor político Antoni Gutiérrez Rubí aporta tres datos claves que apoyan la intención de la presidente electa al momento de plantear su estrategia de diferenciación de AMLO:
1. “El triunfo es contundente: Sheinbaum gana con una diferencia de 30 puntos respecto a la segunda, Xóchitl Gálvez, de la coalición PAN-PRI-PRD; mismo margen con el que ganó AMLO hace seis años.
2. A falta de completar el escrutinio, la tendencia indica que Sheinbaum será la presidenta más votada de la historia con aproximadamente 35 millones de votos. AMLO ganó con 30 millones en 2018. Es la primera vez en la historia reciente que el oficialismo reelige con más votos que su antecesor.
3. Morena se consolida como la fuerza política más importante en México: gana 7 de las 9 gubernaturas en disputa. Según el conteo rápido, gana en CDMX, Veracruz, Tabasco, Morelos, Chiapas, Puebla y Yucatán. Nunca había gobernado en tantos estados como hasta ahora. Y, en la historia mexicana, solo el PRI gobernó más estados que Morena.”
Sobre estos hechos políticos que arrojó el comicio presidencial, Sheinbaum empezó a edificar su propio gobierno y a proponer ciertos desarrollos institucionales que estaban obturados en el mandato que concluye el primero de octubre.
“Disciplina financiera y fiscal”, enfatizó la presidente electa cuando abordó sus propuestas económicas durante la presentación en el hotel Hilton. El temor entre los empresarios locales y los inversores extranjeros era una posible reforma impositiva que buscara cerrar el déficit con nuevos impuestos. Sheinbaum, anoche, descartó esa posibilidad.
“Dedicaremos por convicción el presupuesto público para garantizar todos los programas” que desplegó AMLO durante su presidencia, aseguro Sheinbaum en su discurso. En la frase “dedicaremos por convicción” hay una señal directa al establishment de México: ella hará su gobierno y a su vez mantendrá todas las iniciativas de López Obrador que considere correctas y necesarias”.
Desde esta perspectiva, Sheinbaum pondrá en marcha un programa de energías renovables -que AMLO siempre soslayó- y estudia un proyecto para establecer el derecho al aborto en México. Estas dos iniciativas marcarían un camino de divergencia respecto a la hoja de ruta que siguió López Obrador en sus seis años en el Palacio Nacional.
AMLO se quedaba en México, y en muy pocas ocasiones viajaba al exterior. La presidenta electa tiene otra perspectiva sobre la agenda diplomática, al margen respaldar conceptos básicos como la libre determinación de los pueblos y la resolución pacífica de las diferencias entre países.
Sheinbaum sostuvo en el Hilton que afianzará la relación con Estados Unidos, y ya recibió la felicitación de Joe Biden por su triunfo electoral. Pero la presidenta electa tiene otros planes respecto al vínculo con Washington: pretende revisar toda la agenda de seguridad, fijar políticas comunes sobre la migración ilegal y fortalecer la estrategia del Nearshoring como método de crecimiento económico.
“Estoy convencida que seguiremos colaborando en beneficio de nuestros pueblos y nuestras naciones, como vecinos, socios y amigos que somos, con el respeto que nos merecen nuestras soberanías”, le contestó Sheinbaum a Biden desde su cuenta oficial de X.
La presidenta electa no moverá a fondo hasta que no se conozca los resultados de las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos. Sheinbaum sabe que Biden y Donald Trump interpretan las relaciones diplomáticas con México de distinta manera.