Son numerosos los hábitos que solemos tener las personas y que disminuyen nuestra esperanza y calidad de vida y aunque algunos de los que suelen ser vistos como los peores son el fumar y beber en exceso, existe otro que ha demostrado incrementar el riesgo de muerte en mayor medida.
Nos referimos al terrible hábito de dormir pocas horas, algo que suelen hace un gran número de personas y que suele verse como un hábito inofensivo.
Y es que la mayoría de las personas pueden pensar que dormir menos de cinco horas al día solo tiene como consecuencia sentirse cansando y con poca energía e incluso muchos llegan a verlo como señal de productividad.
Pero, más allá de esto, lo cierto es que numerosos estudios científicos han demostrado que las personas que duermen pocas horas aumentan de manera considerable su riesgo de morir repentinamente, sobre todo de enfermedades relacionadas con problemas cardiovasculares, como es el caso de infartos fulminantes.
Por ejemplo, durante el Congreso de la Sociedad Española del Sueño se dio a conocer que este mal hábito aumenta el riesgo de morir de manera prematura en un 20%, además de también incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad y eventos cardiovasculares.
Estos son los riesgos a la salud de no dormir bien
Tal como hemos mencionado la falta de sueño adecuado puede tener múltiples efectos negativos en la salud, impactando tanto a nivel físico como mental.
Entre las consecuencias más comunes se encuentran el aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, debido a que el descanso insuficiente puede conducir a un aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca.
También, se ha asociado con la obesidad, ya que la privación del sueño puede afectar las hormonas que regulan el apetito, llevando a un incremento en el consumo de alimentos y preferencia por aquellos de alto contenido calórico.
La diabetes tipo 2 es otra condición que puede verse influenciada por la falta de sueño, dados los efectos de ésta en la capacidad del cuerpo para gestionar la glucosa.
El sistema inmunológico también se ve comprometido, reduciendo la eficiencia del cuerpo para combatir infecciones.
Desde el punto de vista de la salud mental, el descanso insuficiente está relacionado con el aumento en la prevalencia de trastornos como ansiedad y depresión.
Por su parte, la falta de sueño afecta la capacidad de concentración, memoria y habilidades cognitivas en general, lo que puede impactar negativamente en el desempeño diario de las personas.
Es por todas estas razones que es fundamental promover buenos hábitos de sueño para mitigar estos riesgos, incluyendo mantener un horario regular para dormir, crear un ambiente adecuado para el descanso, y evitar estímulos como la luz azul de dispositivos electrónicos antes de ir a la cama.
Estos son otros de los hábitos considerados como altamente mortíferos
- Sedentarismo: La falta de actividad física es un factor de riesgo significativo para diversas condiciones, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad, y ciertos tipos de cáncer. Además, afecta negativamente la salud mental.
- Dieta poco saludable: Una alimentación rica en grasas saturadas, sal y azúcares añadidos, y baja en frutas, verduras y fibra, aumenta el riesgo de enfermedades como la obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
- Tabaquismo: Fumar tabaco se asocia con enfermedades cardiovasculares, varios tipos de cáncer, enfermedades respiratorias como la EPOC, y un impacto negativo en la salud general. Es un factor de riesgo evitable líder de enfermedad y muerte prematura a nivel global.
- Consumo excesivo de alcohol: El abuso del alcohol puede causar daño hepático, enfermedades cardiovasculares, varios tipos de cáncer y accidentes. Además, puede tener efectos nocivos en la salud mental.
- Consumo de drogas ilícitas: El uso de sustancias ilícitas puede conllevar a problemas de salud mental, enfermedades infecciosas, sobredosis y muerte.