Estos son los síntomas con los que podrías reconocer un ataque de ansiedad

Los síntomas de una crisis de ansiedad pueden variar de acuerdo a cada persona

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Sí crees que continuamente estas pasando por situaciones de mucho estrés que te llevan al límite a tener otros síntomas, debes buscar atención médica. (Imagen ilustrativa Infobae)
Sí crees que continuamente estas pasando por situaciones de mucho estrés que te llevan al límite a tener otros síntomas, debes buscar atención médica. (Imagen ilustrativa Infobae)

La ansiedad es un estado emocional caracterizado por sentimientos de tensión, preocupaciones persistentes e incremento en la activación del sistema nervioso. Es una reacción natural al estrés, actuando como un mecanismo de alerta ante situaciones consideradas como amenazantes o desafiantes. Sin embargo, cuando estos sentimientos se vuelven excesivos, constantes y afectan la vida diaria de una persona, pueden señalar la presencia de un trastorno de ansiedad.

Los trastornos de ansiedad abarcan varias categorías, incluidas el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, y las fobias específicas, entre otros. Afectan a una considerable porción de la población mundial y pueden ser desencadenados por una variedad de factores, incluidos genéticos, bioquímicos, ambientales, y psicológicos.

Mujer muestra ansiedad. (foto: CuidatePlus - Marca)
Mujer muestra ansiedad. (foto: CuidatePlus - Marca)

Los síntomas de un ataque de ansiedad pueden variar ampliamente entre individuos, pero comúnmente incluyen:

  1. Palpitaciones y taquicardia: Un aumento repentino en la frecuencia cardíaca sin una causa física aparente.
  2. Sudoración excesiva: A menudo acompañada por sensaciones de calor o frío.
  3. Temblores o sacudidas: Manifestados por nerviosismo visible en las extremidades.
  4. Sensación de sofocación o dificultad para respirar: Una sensación de no poder obtener suficiente aire.
  5. Sensación de ahogo: A menudo descrita como una sensación de presión en el pecho o dificultad para respirar.
  6. Malestar o dolor en el pecho: Que puede llevar a confusión con síntomas de condiciones cardíacas.
  7. Náuseas o molestias abdominales: Sensaciones digestivas incómodas.
  8. Mareos, inestabilidad, o incluso desmayos: Una sensación de que uno podría desplomarse o perder el equilibrio.
  9. Sensaciones de irrealidad (desrealización) o desprendimiento de sí mismo (despersonalización): Sentirse desconectado de uno mismo o del entorno.
  10. Miedo a perder el control o “volverse loco”: Un temor intenso a que algo malo suceda.
  11. Miedo a morir: Un temor exacerbado ante la sensación de que la vida está en peligro.

Es importante destacar que no todos los individuos experimentarán todos estos síntomas, y la intensidad de los mismos puede variar.

El tratamiento para los trastornos de ansiedad generalmente involucra una combinación de terapia psicológica y medicación. Las opciones de tratamiento se personalizan según las necesidades específicas del individuo y la naturaleza de su trastorno.

Terapia psicológica: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las formas más efectivas de tratamiento psicológico para los trastornos de ansiedad. Ayuda a los pacientes a identificar, desafiar y modificar pensamientos distorsionados y comportamientos que contribuyen a sus síntomas de ansiedad. Otras formas de terapia, como la terapia de aceptación y compromiso (ACT) o la terapia de exposición, también pueden ser beneficiosas.

Medicación: Los medicamentos más comúnmente prescritos para el tratamiento de la ansiedad incluyen antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), así como benzodiacepinas, que son sedantes que pueden ayudar a aliviar los síntomas físicos de la ansiedad en el corto plazo.

Las personas que experimentan síntomas de ansiedad deben buscar ayuda profesional. (Imagen ilustrativa Infobae)
Las personas que experimentan síntomas de ansiedad deben buscar ayuda profesional. (Imagen ilustrativa Infobae)

La elección del tratamiento o combinación de tratamientos depende de varios factores, incluyendo la gravedad de la ansiedad, la presencia de otros trastornos psicológicos o médicos, y la preferencia del paciente. En muchos casos, se recomienda empezar con la terapia psicológica, recurrir a la medicación si es necesario y, en algunos casos, combinar ambos enfoques para un tratamiento efectivo.

Además del tratamiento profesional, las estrategias de autocuidado, como la práctica regular de ejercicio, el mantenimiento de una dieta equilibrada, la meditación y la participación en actividades relajantes y de esparcimiento, pueden ser complementos útiles para manejar la ansiedad.

Las personas que experimentan síntomas de ansiedad deben buscar ayuda profesional, ya que tanto la ansiedad como los trastornos relacionados con ella son condiciones tratables. Con el abordaje adecuado, las personas pueden aprender a gestionar efectivamente sus síntomas y mejorar significativamente su calidad de vida.

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