¿Es posible “apagar” al volcán Popocatépetl? Esto es lo que dicen los expertos

Cuando esta presión alcanza un punto crítico, el magma puede ascender hacia la superficie, dando lugar a una erupción volcánica

Compartir
Compartir articulo
No se puede tener un pronóstico de cuándo el volcán Popocatépetl hará erupción, según especialistas 
Crédito: AP Foto/Marco Ugarte
No se puede tener un pronóstico de cuándo el volcán Popocatépetl hará erupción, según especialistas Crédito: AP Foto/Marco Ugarte

El volcán Popocatépetl hace erupción debido a la actividad tectónica y volcánica que ocurre en su interior. El Popocatépetl es un estratovolcán activo ubicado en México, en la región conocida como la Faja Volcánica Transversal. Su actividad eruptiva está relacionada con la subducción de la Placa de Cocos por debajo de la Placa Norteamericana en la zona donde se encuentra el volcán.

Cuando la Placa de Cocos se sumerge bajo la Placa Norteamericana en un proceso llamado subducción, el material rocoso se funde debido a las altas temperaturas y presiones en el manto terrestre. Este magma fundido asciende hacia la superficie a través de fisuras y fracturas en la corteza terrestre, alimentando el sistema magmático del Popocatépetl.

La acumulación de magma en la cámara magmática del volcán ejerce presión sobre la roca circundante. Cuando esta presión alcanza un punto crítico, el magma puede ascender hacia la superficie, dando lugar a una erupción volcánica. Durante la erupción, el magma, los gases volcánicos y la roca fundida pueden ser expulsados a la superficie, formando flujos de lava, ceniza volcánica, gases y otros materiales.

El Popocatépetl es un volcán activo y masivo, con una altura de más de 5,400 metros sobre el nivel del mar. / Foto: Cenapred
El Popocatépetl es un volcán activo y masivo, con una altura de más de 5,400 metros sobre el nivel del mar. / Foto: Cenapred

Los peores despertares del Popocatépetl

La actividad eruptiva del Popocatépetl puede variar desde emisiones de vapor y gases hasta erupciones más explosivas que generan columnas eruptivas y flujos piroclásticos. Esta actividad eruptiva es parte de un ciclo natural en la vida de un volcán activo como el Popocatépetl, que puede experimentar períodos de calma interrumpidos por episodios de actividad volcánica.

  • Erupción de 1947

Esta erupción fue una de las más grandes registradas en la historia moderna del Popocatépetl. Generó flujos piroclásticos y emisiones de ceniza que afectaron a comunidades cercanas.

  • Erupción de 1994

Esta erupción marcó el inicio de un período de actividad significativa que continúa hasta el día de hoy. La erupción de 1994 fue lo suficientemente intensa como para provocar la evacuación de miles de personas de las áreas circundantes.

  • Erupción de 2000

En este año, el volcán Popocatépetl registró una de sus erupciones más destacadas en tiempos recientes. La erupción generó una columna eruptiva de gran altura y provocó evacuaciones adicionales y preocupaciones sobre la posible caída de ceniza en áreas pobladas cercanas.

Tapar el volcán afectaría drásticamente el entorno natural y los ecosistemas circundantes. Foto: Cenapred
Tapar el volcán afectaría drásticamente el entorno natural y los ecosistemas circundantes. Foto: Cenapred
  • Actividad reciente

Desde 2019 el Popocatépetl ha experimentado una actividad eruptiva continua, con emisiones regulares de ceniza y ocasionalmente flujos piroclásticos. Si bien estas erupciones no han alcanzado la magnitud de algunas de las erupciones históricas anteriores, han mantenido al volcán en estado de alerta y han requerido medidas de monitoreo y seguridad por parte de las autoridades.

¿Podemos “manipularlo” para salvarnos?

Según la BBC, y el vulcanólogo Michael Cassidy de la Universidad de Birmingham y su equipo han planteado interrogantes éticas sobre la manipulación de los volcanes a través de la geoingeniería. Este grupo de científicos argumenta que, más allá de la capacidad técnica para intervenir en estos fenómenos naturales, es crucial evaluar si dichas acciones son moralmente aceptables.

Durante más de un siglo, los seres humanos han intentado influir en la actividad volcánica con resultados variados. Este tipo de intervención, conocida como geoingeniería volcánica, busca modificar o controlar los procesos eruptivos para minimizar sus efectos adversos. Sin embargo, Cassidy y su equipo resaltan la necesidad de un análisis ético profundo antes de avanzar con tales tecnologías. Según ellos, el debate debería centrarse no solo en si tenemos la capacidad tecnológica, sino si es prudente y ético tomar tales medidas.

La geoingeniería volcánica abarca una variedad de técnicas, incluida la desviación de flujos de lava y la liberación controlada de presión volcánica. A pesar de los potenciales beneficios en términos de reducción de riesgos para las poblaciones cercanas a los volcanes, estos métodos plantean preguntas sobre las posibles consecuencias no deseadas y la responsabilidad moral de manipular sistemas naturales de tal magnitud.

  • Imposibilidad técnica

El Popocatépetl es un volcán activo y masivo, con una altura de más de 5,400 metros sobre el nivel del mar. Tapar o cubrir un volcán de esta magnitud sería una tarea titánica y técnicamente inviable. La cantidad de material requerido para cubrir un volcán de este tamaño sería inmensa y extremadamente costosa.

  • Riesgos asociados a su actividad

Cubrir el Popocatépetl podría generar presiones internas peligrosas dentro del volcán, lo que podría provocar una acumulación de energía y una erupción explosiva aún más devastadora en el futuro. Además, la actividad volcánica puede encontrar formas de escapar, creando nuevas salidas o fisuras, lo que aumentaría el riesgo de erupciones impredecibles y potencialmente más destructivas.

Este mapa muestra hacia dónde podrían dirigirse hoy las emisiones del volcán Popocatépetl. Foto: Coordinación General de Protección Civil del Estado de Puebla
Este mapa muestra hacia dónde podrían dirigirse hoy las emisiones del volcán Popocatépetl. Foto: Coordinación General de Protección Civil del Estado de Puebla
  • Impacto Ambiental

Tapar el volcán afectaría drásticamente el entorno natural y los ecosistemas circundantes. La alteración del paisaje y la geología tendría consecuencias ecológicas graves, incluida la destrucción de hábitats naturales y la interrupción de procesos biológicos y geológicos fundamentales.

  • Consecuencias sociales y económicas

Las comunidades cercanas al volcán se verían afectadas negativamente por cualquier intento de cubrir el Popocatépetl. La evacuación y la reubicación masiva de personas serían necesarias, lo que generaría un gran impacto económico y social. Además, el turismo, la agricultura y otras actividades económicas en la región se verían gravemente afectadas.

Por ende, cubrir o tapar el volcán Popocatépetl para evitar erupciones no es una solución realista y tendría consecuencias significativas y adversas tanto a nivel técnico como socioeconómico, además de no abordar las causas subyacentes de la actividad volcánica.

Cubrir o tapar el volcán Popocatépetl para evitar erupciones no es una solución realista y tendría consecuencias significativas y adversas. / 
REUTERS/Raquel Cunha
Cubrir o tapar el volcán Popocatépetl para evitar erupciones no es una solución realista y tendría consecuencias significativas y adversas. / REUTERS/Raquel Cunha

En lugar de eso, es fundamental implementar medidas de monitoreo, prevención y preparación para desastres para mitigar los riesgos asociados con la actividad volcánica.