En México por tradición se consumen diferentes insectos como parte de la dieta, en algunas zonas del país inclusive se han convertido en un alimento de diario. Los chapulines son de los principales que comen los mexicanos desde antes de la Conquista ya que se ha confirmado que aportan varios nutrientes; no obstante, también se han analizado los posibles riesgos por consumirlos.
Uno de los estudios más recientes sobre los que conlleva comer insectos como los saltamontes fue publicado por The Conversation, realizado por especialistas de la Universidad de León de España. En el análisis resultó que una de las más importantes desventajas de ingerir insectos es que algunas de las sustancia que contienen son antinutritivas o tóxicas, lo que dificulta la absorción de nutrientes.
Se menciona el caso de la quitina, que es el material del que está formado el exoesqueleto de los artrópodos, también los taninos, fitatos y oxalatos, éstos últimos tienen la característica de que no reducen la absorción de minerales como el hierro, magnesio y zinc.
Asimismo, una de las principales preocupaciones es que los chapulines u otros insectos sean producidos en condiciones en la que puedan estar contaminados con químicos o que tengan parásitos.
El riesgo de que se coman chapulines contaminados de químicos es que la persona puede reaccionar con una alergia, que puede ir desde una urticaria (ronchas con picazón) hasta un choque anafiláctico, se menciona en el estudio.
En particular, se ha asociado el consumo de chapulines de Oaxaca con plomo, esto según los departamentos de Salud de Estados Unidos.
Sin embargo, comer saltamontes secos no siempre es motivo de preocupación ya que se ha comprobado que pueden ser un alimento eficaz para reducir el hambre en poblaciones con pocos recursos y brindan cantidades significativas de vitaminas.
Los beneficios de comer chapulines
El Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó un estudio en el que se pudo comprobar que el consumir chapulines beneficia la salud e, incluso, ayuda a la prevención y alivio de enfermedades.
Según informó la universidad, estos insectos muchas veces tienen una cantidad mucho mayor de vitaminas que algunos ingredientes de los alimentos tradicionales mexicanos, como el maíz.
Mientras el maíz tiene entre un 7 y 8% de proteínas, el saltamontes seco llega hasta el 72% en 100 gramos.
Asimismo, una de sus ventajas es que son fáciles de digerir, se estipula que alrededor del 89.63 por ciento de la proteína total que tienen es digestible. Aunado a esto, por sus componentes, brindan más energía que el trigo.
A todo esto se suma que normalmente se comen los chapulines que están en estado inmaduro, que son los que tienen un mayor valor nutritivo.
Pese a que en estados como Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Tlaxcala y Puebla son consumidos en grandes cantidad y en muchas ocasiones que un platillo los contenga no conlleva un costo extra, hay zonas del país (como la Ciudad de México) en donde hay establecimientos que sí los consideran un ingrediente exótico y, por tanto, se cotizan a muy altos precios.
En un estudio realizado por la Facultad de Medicina de la UNAM se destacó que el chapulín de milpa es capaz de combatir la desnutrición y obesidad de algunas zonas del país ya que en algunos lugares existe plagan de este insecto, algo que permitiría la recolección de hasta 350 mil toneladas y cubrir municipios en donde hay desnutrición.
Los chapulines recolectados en México usualmente son libres de contaminantes y bacterias ya que se encuentran en milpas que son muy cuidadas y en las que no se utilizan químicos.