El origen del alcohol de caña se remonta a la antigua civilización de Mesoamérica, donde el cultivo de la caña de azúcar era una práctica común. Se cree que los pueblos indígenas de la región, como los aztecas y los mayas, fueron los primeros en cultivar y procesar la caña de azúcar para obtener azúcar y, posteriormente, producir bebidas alcohólicas.
La caña de azúcar es una planta perenne originaria del sudeste asiático que fue introducida en América por los conquistadores españoles durante la colonización. A partir de entonces, su cultivo se expandió rápidamente por toda la región, especialmente en áreas con climas cálidos y húmedos, como el Caribe y América Central.
El proceso de producción de alcohol de caña comienza con la cosecha de la caña de azúcar, que se realiza manualmente o con maquinaria especializada. Una vez cosechada, la caña se transporta a la fábrica de alcohol, donde se somete a varios procesos para extraer el jugo de azúcar que contiene.
Un proceso a la “antigüita”
El primer paso en el proceso de producción es la molienda de la caña de azúcar para extraer el jugo. Esto se logra mediante la trituración de la caña en molinos de rodillos o en trapiches, que son grandes prensas que exprimen el jugo de la caña.Una vez obtenido el jugo de caña, se somete a un proceso de filtrado y clarificación para eliminar impurezas y partículas sólidas.
Luego, el jugo se calienta en grandes calderas para concentrar el contenido de azúcar y eliminar el exceso de agua. El siguiente paso es la fermentación del jugo de caña, donde se agregan levaduras que transforman los azúcares presentes en alcohol y dióxido de carbono. Este proceso puede durar varios días, dependiendo de las condiciones de fermentación y del tipo de levadura utilizada.
Una vez completa la fermentación, el líquido resultante se somete a un proceso de destilación para aumentar el contenido de alcohol y eliminar impurezas. La destilación se realiza en alambiques de cobre o acero inoxidable, donde el líquido se calienta y se separa en diferentes componentes con diferentes puntos de ebullición.
Finalmente, el alcohol de caña destilado se envasa y se distribuye para su consumo. Dependiendo del grado de destilación y del proceso de envejecimiento, el alcohol de caña puede tener diferentes características de sabor, aroma y color.
Golpe directo al hígado
Beber alcohol de caña en exceso puede ser perjudicial para la salud debido a varios factores. En primer lugar, el consumo excesivo de alcohol puede tener un impacto negativo en el hígado. El hígado es el órgano responsable de metabolizar y eliminar el alcohol del cuerpo, pero cuando se consume en exceso, puede causar daño hepático, incluyendo la inflamación del hígado (hepatitis) y la formación de cicatrices (cirrosis), lo que puede llevar a problemas de salud graves e incluso la insuficiencia hepática.
El consumo excesivo de alcohol también puede afectar el funcionamiento del sistema nervioso central, lo que puede provocar problemas de coordinación, dificultades para hablar, pérdida de memoria y cambios en el estado de ánimo.En casos graves, el consumo excesivo de alcohol puede conducir a la dependencia del alcohol y al desarrollo de trastornos por consumo de alcohol, como el alcoholismo.
Además, el alcohol es una sustancia tóxica que puede dañar otros órganos del cuerpo, como el estómago, el páncreas y el sistema inmunológico. El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente en el esófago, el hígado, el colon y el seno.
El favorito de los “teporochos”
La razón por la cual se dice que los “teporochos”, término coloquial en México que se refiere a personas que consumen alcohol de manera excesiva y habitual, beben mucho alcohol de caña puede atribuirse a varios factores.
En primer lugar, el alcohol de caña es una opción popular entre aquellos con recursos económicos limitados debido a su precio relativamente bajo en comparación con otras bebidas alcohólicas. Esto hace que sea una opción accesible para aquellos que buscan embriagarse con un presupuesto limitado.
Además, el alcohol de caña tiende a tener un alto contenido de alcohol, lo que significa que ofrece una forma rápida y económica de embriagarse. Para aquellos que buscan obtener un efecto intoxicante de manera rápida y efectiva, el alcohol de caña puede ser una opción tentadora.
Otro factor que puede contribuir al consumo excesivo de alcohol de caña entre los “teporochos” es su disponibilidad. Este tipo de alcohol es comúnmente vendido en tiendas de conveniencia, puestos callejeros y establecimientos informales, lo que lo hace fácilmente accesible para aquellos que buscan obtener su dosis diaria de alcohol.
Además, el alcohol de caña puede tener un sabor fuerte y penetrante que puede resultar desagradable para algunas personas. Sin embargo, para aquellos que están acostumbrados a beber grandes cantidades de alcohol, el sabor puede ser menos importante que el efecto embriagador que proporciona.
Sin embargo, es importante destacar que el consumo excesivo y habitual de cualquier tipo de alcohol puede tener graves consecuencias para la salud física, mental y social de las personas.