Ricardo Casares preocupó el lunes pasado cuando se dio a conocer que antes de iniciar Venga la Alegría sufrió un infarto. Así, aunque actualmente el conductor de espectáculos ya se encuentra en vías de recuperación, los detalles sobre ese día continúan ampliándose.
Tan es así que en Ventaneando se reveló que cuando el famoso estaba presentando los primeros síntomas algunos de sus compañeros de foro no le creyeron porque suele ser hipocondríaco.
¿Ricardo Casares es hipocondríaco?
Durante una emisión del vespertino de TV Azteca, fue Linet Puente quien explicó como fueron esos momentos críticos.
“Sabemos que Ricardo es hipocondríaco y entonces, pues claro, todos decían: ‘Seguramente es alguna cosa que se le empezó a elevar’”, comentó.
Sin embargo, habría sido Patricio Borguetti quien se percató que no todo estaba bien con su compañero y lo apoyó en la situación.
“Pero Pato pudo ver lo que estaba pasando y el mismo Ricardo supo identificar que algo diferente pasaba en su cuerpo”, relató.
¿Por qué no existe la hipocondria?
Actualmente la hipocondria ya no ‘existe’ porque el término tenía una connotación peyorativa, por lo que de acuerdo con el Manual MSD actualmente se le considera como trastorno de ansiedad por enfermedad.
El texto especializado apunta que refiere a cuando una persona tiene temores que pueden derivar en “interpretación errónea de síntomas físicos no patológicos o de las funciones corporales normales”.
Esto quiere decir que los pacientes están sumamente preocupados por la posibilidad de enfermarse y la ansiedad que esto les provoca comienza a afectarlos socialmente, laboralmente o les provoca gran malestar.
De igual manera, algunas de las personas que padecen esto suelen:
- Examinarse a sí mismos constantemente
- Visitar médicos con frecuencia
- Temer ir al médico
El manual ahonda en que el tratamiento de las personas diagnoticadas con el trastorno de ansiedad por efermedad pueden ser tratados con inhibidores de la recaptación de serotonina o terapia cognitivo-conductual.
Asimismo, la especialista Dolores Mercado Corona detalló para la Gaceta UNAM que este trastorno no es lo mismo que un obsesivo-compulsivo aunque sí comparten similitudes.
“Alguien que ya tiene este problema siente alivio después de que el personal de salud descartó algún padecimiento. Pero los siguientes días vuelve a estar intranquilo por la misma enfermedad u otra nueva. Aquí es cuando se hace adictivo tener inquietud, luego certeza, enseguida placer, con el tiempo su cuerpo se acostumbra a ello”, detalló.
La experta ahondó en que muchas veces el tener predisposición a este tipo de miedos se originan desde el hogar o la forma en la que se relacionan las personas.
“Cuando las personas han sufrido enfermedades fuertes durante este periodo de vida y relacionan automáticamente cualquier síntoma con el dolor o el reposo prolongado (...) el miedo a tener alguna enfermedad es alimentado si el paciente comienza a investigar en internet acerca del tema”, comentó.