Por qué EEUU cerró la investigación sobre los presuntos apoyos del narco a AMLO

Diferentes investigaciones periodísticas han mencionado que colaboradores cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) supuestamente recibieron pagos provenientes del narcotráfico, señalamientos que el mandatario federal ha rechazado.

El trabajo más reciente sobre estos presuntos pagos fue publicado este jueves por The New York Times, el cual indica que socios de López Obrador recibieron dinero de al menos dos organizaciones criminales: el Cártel de Sinaloa y Los Zetas.

Una de las entregas de dinero se realizó antes de que AMLO asumiera la Presidencia de México en diciembre de 2018. De acuerdo con el medio estadounidense, Ismael ‘El Mayo’ Zambada (líder del Cártel de Sinaloa) entregó el efectivo a un confidente cercano del tabasqueño.

Luego de resultar electo como Presidente, dos socios de López Obrador habrían recibido cuatro millones de pesos por parte de un jefe criminal de Los Zetas. Esto con el objetivo de ser liberado de prisión.

En el trabajo publicado por los periodistas Natalie Kitroeff y Alan Feuer no se mencionan los nombres de los colaboradores de AMLO que supuestamente recibieron los pagos, ni las fechas y lugares donde se habría realizado la entrega de dinero. Tampoco se da a conocer la identidad de las fuentes que brindaron dicha información.

Incluso, se reconoce que los datos obtenidos por los funcionarios estadounidenses procedían de informantes cuya veracidad no podía ser corroborada, lo que abría la posibilidad de que sus testimonios fueran incorrectos. Es decir, que los señalamientos en contra de AMLO no han sido comprobados. Pero, ¿por qué cerraron las investigaciones?

En la investigación periodística se explica que la principal razón por la que no se presenta una acusación formal contra AMLO tiene que ver con las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos (EEUU).

“Para Estados Unidos, presentar cargos penales contra altos funcionarios extranjeros es una tarea complicada. Construir un caso legal contra López Obrador sería particularmente difícil. La última vez que Estados Unidos presentó cargos penales contra un funcionario mexicano, acabó retirándolos después de que su detención provocara una ruptura diplomática con México”, indica el medio estadounidense.

Esa detención era la de Salvador Cienfuegos, quien se desempeñó como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Cienfuegos era señalado de presuntamente hacer uso de su poder para brindar apoyo a un grupo criminal del que formaba parte Juan Francisco Patrón, alias “H-2″, involucrado en actividades de narcotráfico. Fue así como el 15 de octubre de 2020, el general fue detenido en el Aeropuerto de Los Ángeles.

Sin embargo, al mes siguiente una jueza federal en Brooklyn retiró los cargos contra Cienfuegos debido al impacto que tuvo su arresto en el Gobierno de México. Este caso llevó a que EEUU dejara de lado el caso de López Obrador.

“La decisión de dejar inactiva la reciente investigación, dijeron las personas familiarizadas con ella, fue causada en gran parte por el fracaso de un caso de corrupción separado y muy polémico. En los últimos meses de la administración Trump en 2020, funcionarios estadounidenses presentaron cargos contra el general Salvador Cienfuegos Zepeda”, precisa el medio estadounidense.

En la conferencia matutina de este jueves, el presidente López Obrador fue notificado de la investigación realizada por The New York Times. Aunque para ese momento el trabajo todavía no había sido publicado, el mandatario federal respondió a un cuestionario sobre los señalamientos vertidos.

En ese sentido, AMLO rechazó las acusaciones en su contra y aseguró que se trata de información falsa, dado que no se han presentado las pruebas y evidencia correspondiente de los supuestos pagos que sus colaboradores (cuya identidad se desconoce) recibieron por parte del narcotráfico.

Pese a ello, el Jefe del Ejecutivo indicó que esto no afectará la relación entre México y EEUU.

“Estamos obligados a mantener buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos, porque somos socios, los principales socios económicos comerciales, porque tenemos una vecindad, una frontera de 3 mil 180 kilómetros, porque viven 40 millones de mexicanos (...) y porque la política se inventó entre otras cosas para evitar la confrontación. Claro que vamos a seguir manteniendo una buena relación”, sostuvo.