¿Trabajadores mexicanos son los más estresados del mundo?, esta reforma busca combatir el Síndrome de Burnout

El síndrome de Burnout o desgaste ocupacional, que incluye al estrés crónico y el agotamiento físico o emocional, podría incluirse en la tabla de enfermedades que afectan el desempeño laboral de las personas trabajadoras en México, de acuerdo con una iniciativa en el Senado de la República.

El senador Alejandro Armenta dijo que con esta nueva reforma las autoridades deben precisar los protocolos para cuidar a los trabajadores, establecer un entorno laboral seguro y saludable, pues males como el Síndrome de Burnout, o desgaste profesional, “se convierten ya en una enfermedad de trabajo”.

Desde hace un año, el Senado reconoció que el estrés, la ansiedad y la depresión son sólo algunos de los problemas de salud que pueden surgir en el ámbito laboral, sin embargo el proyecto de reforma a la Ley Federal del Trabajo se quedó en la congeladora en la Cámara de Diputados.

Para atender el estrés de los empleados mexicanos, se propuso que tanto los patrones, como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), impulsen capacitaciones y programas de prevención del estrés laboral que fomenten entornos saludables.

Según el senador de Morena, México tiene el primer lugar a nivel mundial en estrés laboral, situación que termina afectando la productividad de las empresas, pero principalmente la seguridad del trabajador, pues estas condiciones pueden derivar en accidentes laborales.

El legislador expuso que en nuestro país cada año se registran más de 400 mil accidentes laborales, por lo tanto los riesgos derivados del estrés implican que las empresas tengan que hacer un gasto por la cobertura de daños al trabajador.

“El hecho de que la clase trabajadora ocupe el primer lugar en accidentes laborales, “nos tiene que permitir tomar decisiones muy concretas para atender este problema que puede tener una solución bajo el concurso de los sectores productivos”, dijo el senador.

La iniciativa, turnada para análisis a las Comisiones de Trabajo y Previsión Social, y de Estudios Legislativos, Segunda, donde será analizada y en su caso dictaminada para pasar al Pleno.

El síndrome de Burnout, también conocido como síndrome de desgaste profesional, es una condición psicológica resultante del estrés laboral crónico no gestionado adecuadamente.

Este padecimiento se caracteriza por tres componentes principales: agotamiento emocional, despersonalización o cinismo, y una sensación de reducida realización personal en el trabajo.

Este trastorno afecta principalmente a personas con ocupaciones de alta demanda y en contacto directo con usuarios o clientes, como profesionales de la salud, educadores y trabajadores de servicios.

Los síntomas pueden incluir fatiga extrema, irritabilidad, problemas de concentración, ansiedad y depresión.

El diagnóstico y tratamiento tempranos son cruciales para mitigar sus efectos, incluyendo terapia, cambios en el ambiente laboral, y estrategias de manejo del estrés.

La protección de la salud y de la salud mental es un derecho humano fundamental, consagrado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley General de Salud; además, la salud mental es una materia de salubridad general y las enfermedades mentales tienen un carácter prioritario de la salud pública, señala la legislación en esta materia.

Para abordar el síndrome de Burnout, se deben adoptar tanto medidas individuales como organizacionales, indican especialistas.

A nivel individual, se recomienda establecer límites claros entre la vida laboral y personal. Además, es preciso desarrollar técnicas de manejo del estrés: como la meditación, el yoga o ejercicios de respiración.

Una de las medidas más importantes es buscar apoyo: Conversar con amigos, familiares o colegas, o buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.

A nivel organizacional, las medidas pueden incluir la promoción de una cultura de trabajo saludable: Fomentar un ambiente de apoyo, reconocimiento y comunicación abierta.

Las empresas deben fomentar una política de flexibilidad de horarios y opciones de trabajo remoto. También realizar evaluaciones periódicas para detectar este padecimiento entre sus colaboradores.