Los piercing o perforaciones consisten en realizar una punción en alguna zona del cuerpo para introducir un arete. En algunas culturas el tener uno significa que eres miembro de alguna tribu, comunidad o jerarquía, aunque en la sociedad moderna se considera un accesorio o símbolo de individualidad.
A pesar de que el proceso de hacerte un piercing es relativamente sencillo, el tener uno puede generarte problemas de salud a corto y largo plazo.
¿Cuáles son los riesgos de tener un piercing?
De acuerdo con una publicación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los riesgos más importantes de hacerte una perforación son:
- Infecciones inmediatas.
- Hematomas.
- Dolor agudo o persistente y con sangrado, por intervenir en alguna arteria, vena o vaso sanguíneo.
- Cicatrización anómala: como la llamada queloide, es decir, un crecimiento descontrolado de carnosidad.
- Infecciones de enfermedades a largo plazo como Hepatitis o VIH.
Según la publicación, las perforaciones generalmente tardan de 15 a 30 días en cicatrizar por completo, ya que en este tiempo se forma y se recubre con epidermis el canal por el que pasa el arete.
¿Provocan daños al sistema nervioso?
Los piercings no suelen afectar al sistema nervioso central más que a los nervios periféricos de la zona en la que se realizan, por ejemplo, en la lengua puede dañar al nervio que se encarga de su movimiento.
En muy pocos casos se puede presentar una infección que se complique y por la cual entren bacterias que viajen al torrente sanguíneo embolizando a la médula espinal y como consecuencia se genere una paraplejia o cuadriplejia.
Recomendaciones para evitar riesgos al hacerte un piercing
Se recomienda acudir a sitios que estén certificados para realizarlas, y se debe contar con material nuevo, estéril, desechable e instrumental limpio, desinfectado, y utilizar guantes nuevos; de preferencia ir a lugares cuyo funcionamiento esté autorizado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Algunos aretes generan alergias dependiendo del material con el que estén elaboradas, como el níquel que es de bajo costo. Por el contrario, son más seguros los que son fabricados con titanio o material quirúrgico.
Se debe acudir al médico inmediatamente ante cualquier anomalía en la cicatrización de la perforación o en caso de presentar sangrado persistente, drenado de líquido o crecimiento de algún bulto.
También es importante que no te realices ninguna clase de perforación cuando se está bajo un tratamiento de inmunosupresores.