Cuidado con el calor: resfriado de verano, quemaduras solares, intoxicaciones y otros padecimientos de la temporada

En los últimos días, la mayoría de los estados de la República Mexicana han experimentado altas temperaturas causadas por la tercera ola de calor, mientras que en el centro del país las temperaturas pueden alcanzar los 35 grados Celsius, en las entidades federativas del norte del territorio se han resentido máximas de hasta 45 grados con altos porcentajes de humedad que incrementa la deshidratación.

La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de México activó la alerta amarilla y naranja por el severo pronóstico del tiempo y exhortó a la población a seguir una lista de recomendaciones para prevenir golpes de calor que, de no ser atendidos con rapidez, pueden ser fatales.

Sin embargo, además de este trastorno de salud que puede provocar mareos o pérdida de la consciencia, existen otros padecimientos que son comunes durante la época de calor, por ejemplo, los resfriados de verano o las intoxicaciones por el consumo de alimentos en mal estado.

Aunque los resfriados son más comunes en invierno, también se pueden presentar durante el verano debido a la exposición a virus y cambios bruscos de temperatura.

Por eso, en Infobae México le pedimos a las herramientas de inteligencia artificial ChatGPT y Perplexity que identificaran las enfermedades y trastornos de salud más comunes durante la época de calor.

Resfriado de verano

Es una afección que puede presentar síntomas similares a los de un resfriado común, como estornudos, picazón en la garganta, secreción nasal, tos y mucosidad nasal.

Algunos de los factores que pueden contribuir a su aparición son los cambios bruscos de temperatura, la exposición al aire acondicionado, el contacto con superficies contaminadas y el debilitamiento del sistema inmunológico.

Los virus causantes de esta enfermedad son distintos a los que proliferan en invierno ya que los rinovirus sobreviven en climas fríos, mientras que las altas temperaturas modifican el ecosistema viral, siendo el enterovirus no polio el que mejor adaptabilidad demuestra, de acuerdo con el Dr. Michael Pichichero, investigador de enfermedades infecciosas en el Hospital General de Rochester en Nueva York.

Es importante tener en cuenta que los síntomas de un resfriado de verano pueden confundirse con los de una alergia, por lo que es importante prestar atención a la evolución de cada proceso.

En general, un resfriado de verano es una afección que se supera a los pocos días con unas sencillas medidas, como descansar, hidratarse adecuadamente, evitar el contacto con personas enfermas y lavarse las manos con frecuencia.

Además, se recomienda minimizar los cambios bruscos de temperatura que ocurren al entrar o salir de un lugar cerrado y con aire acondicionado a temperaturas bajas y procura mantener tu sistema inmunológico fuerte con una dieta saludable y ejercicio regular.

Recuerda que, aunque el resfriado de verano puede ser incómodo, la mayoría de los casos son leves y se resuelven en poco tiempo. Sin embargo, es esencial tomar medidas preventivas y cuidar de la salud durante todo el año.

Intoxicaciones alimentarias

Es importante tener en cuenta que las intoxicaciones alimentarias pueden ser más frecuentes debido a las altas temperaturas y la humedad, que favorecen la proliferación de bacterias y otros microorganismos en los alimentos.

Algunos de los síntomas más comunes de una intoxicación alimentaria son:

• Náuseas
• Vómitos
• Diarrea
• Dolor abdominal
• Fiebre
• Escalofríos
• Erupciones en la piel

Estos síntomas pueden aparecer entre unas pocas horas y varios días después de haber consumido productos contaminados.

Es crucial prestar atención a la higiene de los alimentos y a su conservación, especialmente en verano cuando las altas temperaturas pueden favorecer la descomposición orgánica.

Algunas medidas que se pueden tomar para prevenir las intoxicaciones alimentarias son lavarse las manos con frecuencia, cocinar los alimentos a temperaturas adecuadas, refrigerar los alimentos perecederos y evitar el consumo de alimentos crudos o poco cocidos.

Si se sospecha de una intoxicación, es importante acudir a un médico para recibir tratamiento eficaz.

Además, otras recomendaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social contemplan:

• Antes de consumir productos enlatados se debe revisar fecha de caducidad, etiquetado adecuado, que no presente abolladuras o esté abombada, porque significa que el producto puede estar en proceso de descomposición
• Lavar las latas antes de abrirlas, para evitar intoxicaciones y prevenir el malestar estomacal

Quemaduras por el sol

Aunque generalmente ocurre por una exposición prolongada bajo los rayos directos del sol, el IMSS advierte que también se puede presentar después de haber estado expuesto a los rayos ultravioleta, por lo que el uso de fotoprotector es indispensable.

Algunos síntomas son:

• Enrojecimiento de la piel
• Dolor e hinchazón
• Ampollas
• Fiebre
• Dolor de cabeza

Cómo tratar las lesiones:

• Tomar una ducha o regaderazo
• Usar jabón para eliminar las grasas que obstruyen los poros y evitan que el cuerpo se refresque
• Cubrir las ampollas con gasas estériles y secas

En caso de que la quemadura sea grave, se deberá solicitar atención médica.

Alergias

En verano, es común que las personas sean más propensas a las alergias estacionales debido al polen y otros alérgenos presentes en el aire. Los síntomas alérgicos, como congestión nasal, estornudos y secreción nasal, pueden parecerse a los de un resfriado, por lo que se recomienda estar atento a cualquier variabilidad en la sintomatología.

Algunas otras enfermedades que se pueden desarrollar durante la temporada de calor son la otitis y la cistitis aunque ambas están relacionadas con las actividades vacacionales que por lo regular implican la exposición a albercas.

Aunque aquí se abordaron cuatro de las enfermedades más comunes durante el verano, es importante recordar que el cuidado de la salud debe realizarse durante todo el año. Para mejorar el sistema inmunológico se recomienda el consumo de una dieta rica en antioxidantes como moras, espinacas, zanahorias, brócoli y tomate, sólo por mencionar algunos.

Además, el IMSS recomienda el consumo de vitamina C, pues es un poderoso antioxidante, y advirtió que la deficiencia de vitamina D podría aumentar la susceptibilidad frente a las enfermedades respiratorias.