Qué es la hemiplejia: causas, síntomas y población vulnerable

Le hemiplejia es un trastorno que afecta la movilidad de quien la padece, paralizando de forma parcial o total una parte de del cuerpo, ya sea el lado izquierdo o derecho.

Le etimología del trastorno viene de las palabras “plegia”, que significa debilidad; y “hemi” que se refiere a una parte del cuerpo. Por lo que en un sentido estricto, la hemiplejia es una parálisis de la mitad del cuerpo.

La hemiplejia regularmente se confunde con la hemiparesia, otro trastorno que afecta la movilidad de una lado del cuerpo, sin embargo, esta última es una condición más ligera a comparación de la primera.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos, la hemiplejia es un tipo de parálisis cerebral espástica, que afecta al 80% de las personas que sufren de parálisis cerebral.

Los CDC la definen como una “parálisis cerebral afectan un solo lado del cuerpo y, por lo general, más el brazo que la pierna”.

La hemiplejia afecta principalmente a infancias menores de cinco años y a adultos mayores, sin embargo, las causas de este trastorno de movilidad tiene causas diferentes ante ambos casos, de acuerdo con la Fundación Teletón, una organización no gubernamental que se especializa en pacientes con discapacidad motora.

Cuando el paciente es un menor de edad, regularmente se desconoce los motivos específicos de la hemiplejia, sin embargo, se sabe que ocurren por alteraciones en el cerebro cuando el sistema nervioso no ha terminado de madurar, cuando haya malformaciones cerebrales durante el embarazo, así como asfixia neonatal durante el parto, después del nacimiento y hasta los cinco años.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos, los niños con hemiplejia pueden tener retraso en el aprendizaje del habla, pero la inteligencia suele ser normal.

En el caso de las personas de la tercera edad regularmente se debe a causa de un accidente cardiovascular, alguna enfermedad que afecte la espina dorsal o a los hemisferios cerebrales.

El principal síntoma de la parálisis cerebral -que puede derivar a un caso de hemipejia- es el trastorno de movimiento, según la misma Fundación Teletón. El cuerpo de la persona puede estar más duro, más blando o, bien, presentar movimientos involuntarios o descoordinados.

Los principales signos de un caso de parálisis cerebral se muestran en las extremidades, ya sea con reflejos aumentados o por temblores, en ambos casos, involuntarios. Otro síntoma clásico es no mover repentinamente un lado de la cara.

Si el caso es severo, se pueden tener dificultades para moverla la cabeza, sentarse y hasta caminar, así como para hablar, escuchar e incluso ver.

Si bien la hemiplejia es un tipo de parálisis cerebral, dentro de este trastorno de movilidad hay dos variantes, la hemiplejia izquierda y la hemiplejia derecha.

La que hemiplejia derecha está causada por daños producidos en el hemisferio izquierdo del cerebro y regularmente se presenta por la pérdida de sensaciones en el lado izquierdo.

Mientras que la hemiplejia izquierda está causada por daños producidos en el hemisferio derecho del cerebro y provoca la pérdida del control de los movimientos, dificultad para tomar objetos e incluso la pérdida de la capacidad para hacer cosas cotidianas como dibujar, peinarse o cocinar.

Al ser una parálisis cerebral, la hemiplejia no tiene cura, sin embargo, si existen una serie de tratamientos para mejorar la calidad de vida de quien lo padece.

Dicho tratamiento depende del nivel de la severidad del trastorno de movilidad, así como si el paciente es un menor de edad o un adulto mayor.

Hay dos situaciones que mejorar el tratamiento: acudir de forma inmediata al médico cuando comiencen a aparecer los síntomas y saber las causas de la hemiplejia.

Sabiendo esto el personal de salud preparará un tratamiento particular enfocado principalmente en terapias física para el paciente que se enfoca, según la Fundación Teletón, en favorecer el desarrollo psicomotor del paciente y evitar deformaciones en las extremidades.

En algunos casos, el tratamiento incluye, además de la terapia, medicamentos y cirugías. Si así se requiere, también podría incluir la estimulación del lenguaje y el aprendizaje, e incluso, el uso de aparatos para mantenerse activo.