Cuáles son los 7 beneficios que ofrece el buen dormir, según la UNAM

Dormir “no es una pérdida de tiempo”, así lo destacó un especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al enlistar los beneficios que causará en su cuerpo un buen descanso.

De acuerdo con el psicólogo e investigador adscrito a la Clínica de Trastornos del Sueño (CTS) de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Ulises Jiménez Correa, de 2016 a la fecha se elevó el porcentaje de personas que no duermen lo suficiente.

En el marco del 25 aniversario de la Clínica de Trastorno del Sueño de la UNAM, el experto destacó que las alteraciones del dormir subieron de 18.8% que se reportó en 2016, a 50% en 2022.

1.-Consolida la memoria

2.- El aprendizaje

3.- Están con un mejor ánimo

4.- Descansar también controla la tensión

5.-Tendrán un mejor nivel de alerta durante el día, condición para evitar accidentes de cualquier tipo

6.-Mejor sistema inmune

7.-Previene principales causas de muerte como diabetes, hipertensión, evento cerebrovascular y algunos tipos de cáncer.

De acuerdo con especialistas de la máxima casa de estudios, se tendrá que considerar un número determinado de horas para el descanso y poder vivir mejor.

-Entre 7 y 8 horas los adultos.

-Hasta 12 horas los bebés.

En ese sentido, Ulises Jiménez subrayó que las alteraciones en este acto se reflejan como trastorno del ritmo circadiano con la fase retrasada del sueño, situación que presentan más de 50% de los adolescentes.

“La pandemia vino a modificar nuestra manera de dormir definitivamente. Hizo que la gente se levantara y acostara un poco más tarde, y fue desfasando necesariamente el ciclo de sueño. Al estar en confinamiento también se presentó una disminución de la actividad física, y eso nos hizo subir de peso, lo cual provocó que existiera un incremento en la prevalencia del ronquido”, enfatizó.

Además, la población en general se encuentra en riesgo de dormir mal por diferentes factores respecto a cada grupo de edad.

Por ejemplo, los niños y adolescentes suelen representar por el sobreuso de dispositivos electrónicos, uno de los principales factores que les retrasan la fase de sueño y les ocasiona dormir de forma más superficial, y disminuir el sueño profundo.

En cuanto a adultos en edad productiva, se retomó la prevalencia del llamado síndrome de sueño insuficiente, que se representa como la forma de estar “privados de dormir de manera voluntaria”, es decir, ahora que regresaron a las labores presenciales luego de estar resguardados en casa por la pandemia de COVID-19, ya que se tienen que despertar temprano.

Mientras que, en los adultos mayores el tema de otras enfermedades y el consumo de medicamentos, aunado a la menor necesidad de dormir, incrementa la prevalencia del insomnio.

Especialistas también destacaron que, los seres humanos dormimos por etapas, en lo que se llama arquitectura del sueño; son tres y la de movimientos oculares rápidos. La primera es cuando comenzamos a quedarnos dormidos, cabeceamos y cerramos los párpados; en la siguiente aún es superficial; en la tercera estamos profundamente dormidos; y se amplía a la fase de movimientos oculares rápidos, donde estamos con el cuerpo más flácido, además de que hay ensoñaciones.