Ivo Rojnica, alias “El Croata”, sospechado de regentear la mayor cueva financiera de la City porteña, deberá volver a la cárcel. Así lo ordenó este jueves el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, a pedido de la fiscal Paloma Ochoa. La misma situación aplica para otro de los acusados en la causa, Federico Pulenta. Los dos estaban bajo arresto domiciliario, luego de pasar unos días en la cárcel.
Otro magistrado, Federico Villena, juez federal de Lomas de Zamora, había ordenado su detención el 24 de octubre pasado en el marco de una vieja investigación. Al procesarlos 16 días después, dispuso que el caso pase a Comodoro Py. Precisamente, allí están estudiando si confirman o revocan sus procesamientos, en el marco de una causa que investiga a una banda que se dedicaba a lavar dinero y tenía vinculaciones con un condenado por narcotráfico.
La lupa de los investigadores se posó sobre “El Croata” días antes de las elecciones generales, a raíz de la suba del dólar libre y cuando los agentes de la AFIP salieron a hacer operativos en la City. Su nombre ganó trascendencia pública el 11 de octubre pasado, en el marco de una serie de allanamientos en “cuevas” financieras, cuando la divisa norteamericana se vendía por encima de los mil pesos.
El juez Martínez De Giorgi abrió una causa en donde puso el foco, en ese entonces, en las actividades de “El Croata”, la cara visible de Nimbus Group. Fue entonces cuando se conoció que el juez federal de Lomas de Zamora Villena ya tenía desde hacía cinco años una investigación sobre las actividades financieras de El Croata.
El caso investigado en la justicia federal de Lomas de Zamora incluía desde la recepción y entrega de dinero en efectivo, al cambio de divisas y transferencias de dinero hacia y desde el exterior. La banda también llevaba adelante operaciones con criptomonedas, creación de vehículos societarios y aperturas de cuentas en bancos y entidades financieras extranjeras, y traslado de dinero dentro del territorio nacional.
La causa que instruyó Villena comenzó en mayo de 2018, con la presentación de un agregado de la División de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de la Embajada de Estados Unidos ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°2 de esta ciudad. Ahí se alertaba que la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional se encontraba investigando a una organización criminal transnacional que se dedicaría al lavado de activos provenientes, entre otros delitos, del narcotráfico. La banda, decían, operaría en Estados Unidos, Brasil, Paraguay, Italia, Argentina, Emiratos Árabes, Singapur y Hong Kong.
“A partir de los elementos probatorios recolectados se constató que la organización investigada concretó, al menos, 4763 transferencias de dinero por una suma 348.196.900 dólares. Para ello, utilizaron diferentes sociedades, ocultando el origen ilícito de los fondos puestos en circulación en el mercado”, sostuvo el fallo que firmó Villena al procesar a Rojnica como jefe de la asociación ilícita que lavaba dinero. Pulenta, socio de El Croata, fue considerado coautor de esos delitos. A los dos los embargaron por 100 mil millones de pesos.
También quedó procesado Agustín Palomeque por las maniobras financieras ilegales; e Ignacio Ricard Demaria y a Juan Pablo Angelillo, como parte de la banda. Hay aún un prófugo.
“Nos encontramos ante el delito de asociación ilícita, considerando a Federico Pulenta, Ivo Rojnica y Johathan Rivas Fuentes -aún prófugo- los jefes de dicha organización, y a Juan Pablo Angelillo e Ignacio Demaría como miembros de la asociación”, escribió Villena. El fallo está en revisión de los jueces Martín Irurzun, Eduardo Farah y Roberto Boico.
Sin embargo, la investigación de Martínez De Giorgi y Ochoa sigue activa. Y en las últimas horas la fiscal que tomó la causa reclamó que Rojnica y Pulena volvieran a prisión. Es que la defensa de Pulenta reclamaba una autorización para salir del país. Tras recordar los alcances del procesamiento, tanto la fiscal como el juez subrayaron que el “volumen y complejidad” del expediente, con la prueba incorporada del juzgado de Lomas de Zamora, “impone reevaluar las condiciones de detención” para los implicados. No solo se subrayó los compromisos internacionales para investigar el lavado de activo, sino también el recupero de los activos ilícitos.
Es por eso que “considerando la magnitud y la gravedad de la maniobra investigada, los evidentes recursos de la organización criminal para disponer y canalizar los fondos ilícitos por medios no regulados, y desapoderarse de sus activos, como así también asegurar el cese de la comisión de los delitos investigados, susceptibles de ser instrumentados mediante el acceso a dispositivos electrónicos sin vigilancia, corresponde, en esta instancia, valorar el riesgo procesal de entorpecimiento, que se advierte latente, y no puede ser lo suficientemente neutralizado con la imposición de una prisión domiciliaria”, sostuvo el fallo de Martínez De Giorgi al que accedió Infobae.
Frente a eso, se ordenó que Rojnica y Pulenta vuelvan “un establecimiento penitenciario” porque deviene, de momento, como la única medida lo suficientemente idónea para garantizar los fines del proceso”.
El fallo subrayó que “el objeto de esta encuesta versa sobre una organización criminal de alcance transnacional, conformada por diversas personas que, por intermedio de múltiples operaciones financieras, y transferencias de bienes y/o dinero proveniente de diversas actividades criminales, introduce en el mercado financiero activos ilícitos, otorgando apariencia lícita”. Y sigue: “Al mismo tiempo, se han recolectado serios indicios que dicha organización criminal durante el período investigado tuvo una gravitante intervención en el mercado cambiario marginal, manipulando el valor del dólar paralelo y/o ‘blue’, repercutiendo la actuación del grupo investigado en una grave afectación al orden económico y financiero del país”.
Y resaltó que “de acuerdo a la prueba recabada y a la resolución dictada, dicha organización sería dirigida por Federico Pulenta e Ivo Esteban Rojnica -entre otros-, y dispone, en las condiciones actuales, con los medios suficientes para llevar adelante movimientos de fondos por canales no oficiales a través de las cuentas bancarias y plataformas financieras, radicadas en el país y en el extranjero, a las cuales tienen acceso”.