El accidente cerebrovascular (ACV) es una emergencia médica que puede cambiar la vida en cuestión de minutos. Por eso, resulta fundamental dar a conocer historias de sobrevivientes que han logrado reconocer los síntomas y actuar con rapidez. Sin dudas, esto puede marcar la diferencia entre una recuperación favorable y secuelas permanentes.
En una tarde que parecía ser como cualquier otra, Carlos Goldberg se encontraba trabajando frente a su computadora cuando algo inesperado ocurrió. “Comencé a ver borroso y sentí hormigueo en la mejilla y la mano”, relata. Fue en ese momento cuando entendió que algo grave estaba sucediendo. A pesar de la dificultad para hablar, logró alertar a su esposa con una sola palabra: “confusión”.
Esa señal fue suficiente para que su familia reaccionara de inmediato. La velocidad con la que actuaron fue clave: lo trasladaron sin demora a un centro médico, donde recibió atención especializada. Este desenlace, afortunado dentro de la gravedad del episodio, refleja la importancia de actuar con velocidad ante un posible ACV.
Reconocer los signos cuando el tiempo es clave
El ACV ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe, ya sea por una obstrucción o por una hemorragia. Al ser una condición tiempo-dependiente, la rapidez con que se acude al médico es crucial. De acuerdo con los especialistas, existe una ventana de tiempo crítica de aproximadamente cuatro horas y media para iniciar tratamientos que pueden reducir las secuelas. Más allá de ese período, las probabilidades de recuperación disminuyen considerablemente.
“Si te atienden a tiempo, podés revertir la situación”, afirma Goldberg. Por eso, es fundamental conocer los síntomas principales del ACV: debilidad repentina en el rostro, un brazo o una pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo; dificultad para hablar o comprender el lenguaje; pérdida súbita de la visión en uno o ambos ojos; problemas repentinos de equilibrio o coordinación; y un dolor de cabeza intenso sin causa aparente.
Ante cualquiera de estas señales, la recomendación es buscar atención médica inmediata, ya que cada minuto cuenta y puede marcar la diferencia entre una recuperación plena y consecuencias irreversibles.
Una recuperación posible gracias a la velocidad
Tras haber superado el ACV, Goldberg decidió transformar su experiencia en un mensaje de concientización. “Quiero contribuir a que la gente esté informada y pueda actuar rápidamente”, afirma. Hoy participa activamente en campañas educativas, destacando la importancia de la prevención y el reconocimiento temprano de los síntomas.
Su testimonio también resalta el papel del entorno y la capacidad de respuesta. En su caso, sus familiares fueron quienes, al notar su estado, no dudaron en actuar de inmediato. “Mis hijos llegaron antes que la ambulancia y me llevaron al sanatorio sin perder tiempo”, relata. Esa decisión resultó crucial para que él pudiera recibir atención dentro de la ventana de tiempo crítica.
Prevenir un ACV: controlar los factores de riesgo
Más allá de la atención rápida, el paciente aprendió la importancia de controlar los factores de riesgo que pueden desencadenar un ACV. Entre los más frecuentes se encuentran la hipertensión arterial, el tabaquismo, el colesterol alto, el estrés crónico, la diabetes y el sedentarismo.
Todas estas causas también están asociadas con cuadros cardiovasculares agudos, como el infarto. La buena noticia es que se reduce significativamente el riesgo de desarrollarlos llevando un estilo de vida saludable y realizándose chequeos médicos con la periodicidad que el profesional de la salud indique.
Adoptar una dieta equilibrada, realizar actividad física regular y evitar el tabaco son medidas esenciales para reducir las posibilidades de desarrollar un accidente cerebrovascular. En el caso de personas con antecedentes familiares o condiciones médicas preexistentes, es fundamental seguir las indicaciones de un profesional.
Una campaña para salvar vidas
El testimonio de Carlos Goldberg forma parte de #Recuperados, una iniciativa impulsada por Boehringer Ingelheim en el marco de su campaña “Actúa con Velocidad”, con el apoyo de la asociación civil Por una vida libre de ACV. El objetivo principal consiste en generar conciencia sobre la importancia de identificar rápidamente los síntomas y actuar sin demora para salvar vidas.
Para conocer más información, hacer clic acá.