El Maratón de Nueva York, uno de los eventos de carreras más destacados del mundo, atrajo este año no solo a miles de corredores, sino también a la atención de los medios debido a la polémica descalificación de Matthew Choi, un influencer de Texas. Choi, con casi medio millón de seguidores en redes sociales, fue descalificado y vetado de por vida de este evento tras correr acompañado de dos personas en bicicletas eléctricas que lo filmaron durante toda la carrera. El incidente, que generó una gran polémica y repercusión en redes sociales, puso en el centro de la conversación la importancia del respeto por las reglas y el sentido de comunidad en este tipo de competencias.
New York Road Runners (NYRR), la organización que gestiona el Maratón de Nueva York, emitió un comunicado en el que detalló las razones de la sanción impuesta a Matthew Choi. Según el NYRR, Choi fue descalificado y su tiempo, de 2 horas y 57 minutos, fue anulado después de que se descubriera que había completado la carrera con el apoyo de dos acompañantes en bicicletas eléctricas. Estos camarógrafos, quienes se desplazaron en bicicletas de alquiler por el circuito de 42 kilómetros, obstaculizaron el paso a otros corredores, causando incomodidad y quejas en la concurrida ruta. Al incluir personal no autorizado en el recorrido, Choi violó tanto el reglamento de NYRR como las normas internacionales de World Athletics, que prohíben asistencia de cualquier tipo durante estas competencias.
Choi, exjugador de fútbol americano en la Universidad de Monmouth, es conocido en redes sociales por sus contenidos sobre fitness y carreras. Sin embargo, su intento de documentar su carrera en Nueva York, al estilo de una “producción en vivo”, le costó caro. Durante el maratón, sus acompañantes en bicicletas eléctricas, quienes vestían chalecos de alta visibilidad, se movieron entre los corredores para captar imágenes del influencer. Varios participantes denunciaron que los camarógrafos no solo interrumpieron su visión, sino que llegaron a obstruir su acceso a puntos de hidratación. En un maratón donde más de 55.000 corredores compiten, cualquier elemento que entorpezca el paso de los demás genera riesgos y molestias, especialmente en tramos donde el espacio es limitado.
Las acciones de Choi desencadenaron fuertes críticas en redes sociales, con comentarios que resaltaban su falta de respeto hacia el espíritu de la competición. Usuarios en plataformas como Reddit y en su propia cuenta de Instagram expresaron su indignación por el comportamiento del influencer, acusándolo de ser “una mala influencia para el deporte”. Otros corredores publicaron videos en los que mostraban alternativas menos intrusivas para documentar el recorrido, sugiriendo el uso de métodos como grabarse a sí mismos sin asistentes, en alusión directa a Choi.
Declaraciones y disculpas de Choi: un mea culpa en redes sociales
Matthew Choi utilizó su cuenta de Instagram para disculparse por sus acciones en el maratón. En su mensaje, reconoció que haber llevado a sus acompañantes fue una decisión “egoísta” y aceptó su responsabilidad total por los inconvenientes causados. “No tengo excusas, punto”, dijo Choi en su video, en el que también admitió que el maratón, que debía celebrarse en un ambiente de comunidad y respeto por los demás, se convirtió en una experiencia centrada en su propio beneficio. “Para cualquiera a quien haya afectado, lo siento. Esto fue 100% mi responsabilidad”, agregó el influencer. Con tono resignado, concluyó: “He hecho mi cama, así que voy a dormir en ella”. Esta disculpa pública fue bien recibida por algunos, pero otros criticaron que el influencer solo se disculpara después de recibir críticas intensas y perder patrocinadores.
Y es que el veto impuesto a Matthew Choi por el NYRR también tuvo repercusiones económicas para el influencer. La empresa Runna, una aplicación de entrenamiento con la que Choi tenía un acuerdo de patrocinio, anunció que cancelaba su contrato con el influencer tras el incidente. En un comunicado, la compañía señaló que no tenía conocimiento de que Choi planeaba llevar un equipo de filmación en bicicletas eléctricas, y destacó que en el maratón de Nueva York existen fotógrafos autorizados a lo largo de la ruta para cubrir el evento. Runna mencionó que la acción de Choi no solo violaba las reglas, sino que ponía en riesgo a los demás competidores y no representaba los valores de la marca.
El caso de Matthew Choi en el Maratón de Nueva York no es el único en el que un atleta es sancionado por acciones consideradas inapropiadas. A lo largo de los años, varios corredores fueron descalificados en competencias importantes por violar las reglas en el transcurso de la carrera. Uno de los casos más notorios es el de Rosie Ruiz, quien en 1980 fue descalificada del Maratón de Boston por colarse entre los corredores cerca de la meta y fingir haber corrido todo el trayecto. En otros incidentes más recientes, un corredor en el Maratón del Condado de Orange fue descalificado este año por recibir agua de personas no autorizadas, incluyendo a su padre, quien lo acompañaba en bicicleta. A diferencia de estos incidentes, en el caso de Choi no se cuestionó que haya completado el recorrido; sin embargo, el uso de asistentes externos fue suficiente para que se tomara la decisión de prohibirle participar en futuras ediciones del evento.
La prohibición de Matthew Choi en el Maratón de Nueva York refleja una tendencia creciente de censura hacia los influencers cuyo comportamiento se percibe como disruptivo en espacios públicos o eventos comunitarios. En los últimos años, diversos influencers han sido sancionados o restringidos en lugares como gimnasios, parques temáticos como Disneyland, e incluso en destinos turísticos como Dubái, debido a comportamientos que se consideran perjudiciales para el ambiente o la experiencia de otros visitantes.