Con la llegada de 55.646 corredores a la meta en Central Park, el Maratón de Nueva York rompió el récord mundial de participación, superando al Maratón de Berlín de 2024, en el que 54.280 corredores completaron la carrera. Este logro consolida a Nueva York como la maratón más grande del mundo, destacándose entre los World Marathon Majors, el circuito global que incluye otras competiciones de gran calibre como Berlín, Boston y Tokio. El récord fue posible gracias al aumento de inscripciones, con casi 165.000 personas solicitando un lugar en el evento de 2024, un número que refleja el creciente atractivo de este evento de resistencia a nivel internacional.
El 2024 también fue un año récord para la participación femenina en el Maratón de Nueva York, con 24.731 mujeres cruzando la línea de meta. Este aumento destaca el incremento de mujeres en el deporte de resistencia y el avance de iniciativas de inclusión en el atletismo estadounidense. La cifra representa un hito importante, especialmente en una carrera de cinco distritos con una historia de 54 años, donde tradicionalmente los hombres constituían la mayoría de los finalistas.
Competencia en la categoría élite
En la competencia élite, Abdi Nageeye, de los Países Bajos, se consagró como el vencedor en la categoría masculina, completando los 42,195 kilómetros en 2 horas, 7 minutos y 39 segundos. En una carrera intensa, Evans Chebet de Kenia estuvo cerca de obtener el primer lugar hasta los últimos metros, logrando el segundo puesto con un tiempo de 2:07:45. El tercer lugar fue para el también keniano Albert Korir, con un tiempo de 2:08:00. En la categoría femenina, la corredora keniana Sheila Chepkirui lideró un podio dominado por atletas de Kenia, logrando el primer lugar con un tiempo de 2:24:35, seguida por Hellen Obiri (2:24:49) y Vivian Cheruiyot (2:25:21), en una actuación histórica que no se repetía desde 1976.
Nageeye y Chepkirui alcanzaron marcas que los colocaron en los primeros puestos de sus respectivas categorías. En el caso de Nageeye, su tiempo de 2:07:39 no solo le dio la victoria, sino que demostró su capacidad para mantener un alto rendimiento hasta el final. Su victoria fue particularmente significativa, dado que en los últimos 400 metros superó a Chebet, quien buscaba replicar su victoria del año anterior. Para las mujeres, el tiempo de Chepkirui de 2:24:35 marcó una carrera técnicamente sólida, especialmente frente a la campeona defensora Obiri y la experimentada Cheruiyot, ambas con logros importantes en competencias internacionales.
Diversidad y accesibilidad
Este año, el maratón mostró su carácter inclusivo con la participación de corredores de 140 países, entre ellos 17.859 atletas internacionales. Además, hubo una categoría no binaria en la que 120 personas llegaron a la meta, una señal de la mayor diversidad que se fomenta en el evento y en la disciplina. Este enfoque en la diversidad ayuda a consolidar al Maratón de Nueva York como un evento accesible para corredores de todos los orígenes, niveles de habilidad y expresiones de identidad.
Otro aspecto destacado del maratón fue la amplitud en el rango de edades de los participantes. La maratón acogió a corredores desde los 18 hasta los 88 años, siendo el más longevo Garth Barfoot, de Nueva Zelanda, quien completó la carrera en 11 horas, 23 minutos y 49 segundos. La presencia de corredores mayores de 80 años refuerza el mensaje de que el evento está abierto a personas de todas las edades, celebrando el compromiso y la resistencia sin importar la edad.
El Maratón de Nueva York es más que una carrera; es una manifestación de la energía y diversidad que caracteriza a la ciudad. Desde sus inicios en 1970, cuando solo 127 corredores participaron, hasta su transformación en un evento de renombre mundial, la maratón captó el espíritu de Nueva York como una ciudad que da la bienvenida a personas de todas partes. Hoy en día, el maratón simboliza la capacidad de la ciudad para congregar a miles de personas en torno a un objetivo común: completar un recorrido exigente, donde el esfuerzo individual se encuentra con el aliento colectivo de millones de espectadores.