Una investigación reveló que tener vínculos fuertes entre hermanos aumentará la felicidad al envejecer

Un nuevo estudio señaló que los lazos afectuosos entre familiares durante la juventud impulsa una mayor resiliencia emocional en la edad adulta

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Hablar abiertamente y darles espacio a los hermanos puede fortalecer la relación (Imagen Ilustrativa Infobae)
Hablar abiertamente y darles espacio a los hermanos puede fortalecer la relación (Imagen Ilustrativa Infobae)

La relevancia de las relaciones fraternales para la salud emocional a largo plazo fue resaltada por una reciente investigación publicada en The Journal of Family Psychology. Según el estudio, desarrollar un vínculo cálido y cercano con los hermanos durante la vida adulta temprana podría ser un indicador de mayor felicidad en la vejez, asociándose con niveles más bajos de soledad, ansiedad y depresión.

Megan Gilligan, profesora asociada de desarrollo humano y ciencia familiar en la Universidad de Missouri, lideró el equipo que analizó los datos de cientos de participantes del Proyecto de Transiciones Familiares, encontrando que aquellos que reportaron mayores niveles de cercanía con sus hermanos a los 23 años, mostraban menores síntomas de ansiedad y depresión a los 41 años. Asimismo, la investigación plantea que los conflictos entre hermanos a esta edad podrían predecir emociones negativas en la mediana edad.

NPR señaló que el estudio también desentraña cómo las relaciones entre hermanos juegan un papel crucial en el bienestar emocional, incluso sobre las relaciones que se establecen con parejas, amigos y colegas.

A su vez, identificó un punto de inflexión en la dinámica fraterna alrededor de los 23 años, cuando las relaciones tienden a estabilizarse y madurar, dejando atrás las dinámicas de poder y rivalidad típicas de la infancia y adolescencia. Esta evolución resulta fundamental para fomentar un apoyo emocional duradero.

Además, otra investigación citada por Gilligan enfocada en analizar las relaciones entre hermanos en la tercera edad, encontró que aquellos individuos que reportaron tener vínculos afectuosos con sus hermanos experimentaban menos soledad. Este estudio también subrayó que las relaciones entre hermanas suelen ser más cálidas en comparación con las que se establecen entre hermanos o entre pares de género distinto.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

A pesar de las fluctuaciones naturales que pueden ocurrir en las relaciones entre familiares, Gilligan enfatizó la importancia de tratar activamente de fortalecer estos lazos. “No es una buena estrategia dejarlo pasar”, afirmó, sugiriendo que reconocer y trabajar en la historia fraternal y la dinámica es crucial.

Ellen Langer, profesora de psicología en Harvard, coincidió en la importancia de dar un paso atrás y tratar de ver la situación desde el punto de vista del hermano, promoviendo la comprensión y la paciencia para superar los desacuerdos.

En el contexto del cuidado de padres envejecidos, un reto común que enfrentan los hermanos adultos, Gilligan resaltó la necesidad de establecer líneas claras de comunicación. “La división del cuidado es una de las mayores fuentes de conflicto”, indicó, recomendando la configuración de mensajes de texto diarios o llamadas semanales para coordinar el cuidado y reducir el estrés.

Estas estrategias no solo ayudan a anticipar y planificar las necesidades de los padres, sino también a fortalecer los vínculos fraternos, facilitando la colaboración y el apoyo mutuo.

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