Contrario a la creencia tradicional, dormir en camas separadas puede ser beneficioso para la relación de pareja y la salud individual. Este enfoque, sustentado por investigadores del sueño y psicólogos clínicos, se aleja del antiguo precepto marital que asociaba el dormir separados con el fin del romance. Wendy Troxel, psicóloga clínica y científica del sueño en Rand, afirma que el sueño es “esencial para un cuerpo sano, mente y relación” y recalca la importancia de priorizarlo.
El vínculo entre un descanso de calidad y el bienestar conyugal radica en que un sueño reparador ayuda a evitar problemas de salud física y mental como la diabetes, hipertensión y depresión; al mismo tiempo, mejora la comunicación y la resolución de conflictos en la pareja debido a un menor nivel de irritabilidad.
Los terapeutas advierten, sin embargo, sobre la necesidad de mantener la intimidad emocional y física al tomar la decisión de dormir separados, ya que el compartir la cama ofrece beneficios como cercanía emocional, conversación y actividad sexual.
Sari Cooper, terapeuta sexual y de parejas con certificación en Nueva York, explicó en entrevista con The Wall Street Journal, que el descanso es clave también para una vida sexual plena, resaltando que uno de los principales motivos por los cuales las parejas dejan de tener relaciones sexuales es el agotamiento extremo: “Por eso las parejas dicen que una de sus experiencias sexuales más satisfactorias es cuando se van de vacaciones. Tienen tiempo para descansar”.
Poner reglas y condiciones
La dinámica del sueño compartido en las parejas enfrenta nuevos enfoques. Especialistas recalcan la importancia del consenso y la comunicación para optar por dormir en camas separadas, enfatizando que ambas partes deben estar de acuerdo para que el arreglo funcione.
El momento óptimo para abordar el tema es cuando ambos están descansados y fuera del dormitorio, prioritariamente para evitar asociaciones negativas. La conversación debe ser clara y asertiva, alejándose de las culpas y utilizando lenguaje inclusivo que fomente el diálogo. La experta en relaciones, Wendy Troxel, sugiere mantener la discusión centrada en las soluciones: “Mantente enfocado en cómo puedes ser un mejor compañero si tu sueño mejora”, poniendo en relieve la importancia de la calidad del sueño y la salud de la relación.
Implementar la separación de camas de manera parcial es una alternativa que aconsejan los profesionales, como en casos de insomnio, y puede ser particularmente útil cuando uno de los integrantes está abierto al cambio y el otro no. Además, sugieren planificar citas de intimidad regulares para compensar la posible disminución del contacto físico espontáneo.
Según Cooper, hay que “ser intencional sobre crear la seducción, la coquetería y la planificación para que suceda”, subrayando la importancia de integrar la intimidad emocional en la relación para que haya éxito.
Por último, los expertos recomiendan la anticipación para mantener la chispa en la relación, como enviar un mensaje coqueto o dejar una nota en la cama de la pareja, recordando que la intimidad no tiene que limitarse a lo sexual. Estas consideraciones pueden ser esenciales para aquellos que buscan equilibrar su vida amorosa y su bienestar personal sin afectar la fortaleza de su vínculo afectivo.
No significa dejar de compartir en pareja
Aunque ya están claros los beneficios de dormir en camas separadas, no significa que nunca más se vuelva a compartir el mismo espacio con la pareja. Los especialistas aconsejan dormir cada uno en su cama después de compartir momentos íntimos y de cercanía cada noche. Este enfoque, respaldado por Zlatan Krizan, científico del sueño y profesor de psicología de Iowa State University, sugiere que las parejas pueden “aspirar a lo mejor de ambos mundos: tiempo despiertos en la cama juntos y buen sueño”.
Mark y Paula White son un matrimonio de 33 años de casados que han adoptado esta práctica y aseguran que el sexo es ahora más placentero al no estar agotados. La pareja mantiene un ritual de dormir: rezar juntos antes de separarse para descansar en sus habitaciones individuales, una costumbre que les permite disfrutar de momentos de cercanía, como ver una película en la cama o planificar noches de cita para ser íntimos, sin sacrificar el descanso personal. Según Mark, de 61 años, ahora valoran más estos encuentros pues saben que serán de tiempo de calidad.
La estrategia propuesta por el experto Krizan se alinea con investigaciones que evidencian la importancia de un sueño adecuado para la salud y las relaciones de pareja. Dormir bien puede mejorar la convivencia y la calidad de las interacciones sexuales, lo que ha llevado a algunas parejas como los White a adaptar sus rutinas nocturnas en busca de mayor bienestar.