Científicos desarrollaron una técnica para detectar el envejecimiento precoz en órganos

Según el estudio, existe un aumento en el riesgo de muerte entre un 20% y un 50% en órganos envejecidos prematuramente

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La Universidad de Stanford desarrolló una técnica para detectar el envejecimiento precoz en órganos. (Freepik)
La Universidad de Stanford desarrolló una técnica para detectar el envejecimiento precoz en órganos. (Freepik)

Investigadores de la Universidad de Stanford desarrollaron un novedoso análisis de sangre capaz de detectar el envejecimiento acelerado de órganos del cuerpo humano con antelación. Este sistema de diagnóstico, publicado en la revista Nature, posee el potencial para establecer medidas preventivas personalizadas antes de que surjan síntomas de deterioro.

El objetivo de estas investigaciones es anticiparse a problemas de salud graves, mejorando la eficacia de las medidas preventivas. La técnica podría identificar riesgos significativos como el incremento del 250% en insuficiencia cardíaca o, en el caso del cerebro y los riñones, una mayor probabilidad de desarrollar alzhéimer, diabetes e hipertensión.

El estudio evidenció que este deterioro prematuro podría incrementar el riesgo de muerte en un 20% a 50%, dependiendo del órgano afectado, y que ciertas proteínas en la sangre son indicadoras de este proceso, lo que se determinó mediante técnicas de aprendizaje automático.

Estudio muestra un aumento de riesgo de muerte entre un 20% y un 50% en órganos envejecidos prematuramente. (Freepik)
Estudio muestra un aumento de riesgo de muerte entre un 20% y un 50% en órganos envejecidos prematuramente. (Freepik)

Estos hallazgos, según el investigador Manuel Collado del CNB-CSIC en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, entrevistado por el diario El País de España, brindan la oportunidad “de establecer con precisión el ritmo de envejecimiento de cada órgano y, por tanto, de su deterioro. Con ello, podríamos guiar una medicina preventiva de precisión que prescribiese a cada persona un cuidado y seguimiento específico en función de la observación de la edad biológica de cada órgano” aseguró.

Así llegaron a los resultados

El estudio involucró el análisis del plasma sanguíneo de más de 5.000 personas, identificando que cerca del 20% de los individuos mayores de 50 años tenían un órgano en proceso de envejecimiento acelerado. Para lograr un mapeo preciso, los investigadores utilizaron datos de secuenciación de ARN de uno de los mayores proyectos de mapeo genético, el Genotype-Tissue Expression (GTEx).

El GTEx es un proyecto de investigación que fue lanzado para crear un recurso público que estudia la relación entre la variabilidad genética y su expresión en diversos tejidos humanos. Su objetivo es mejorar la comprensión sobre cómo las variaciones genéticas afectan la función de los órganos y el desarrollo de enfermedades, mediante la recopilación y análisis de muestras de tejidos de muchos individuos post-mortem, examinando los patrones de expresión genética en estos tejidos y comparándolos con los genotipos.

Más de 5.000 personas participaron en el estudio que utilizó datos de secuenciación de ARN. (Shutterstock)
Más de 5.000 personas participaron en el estudio que utilizó datos de secuenciación de ARN. (Shutterstock)

Según los criterios del Human Protein Atlas, un recurso científico internacional que proporciona información detallada sobre la localización y expresión de las proteínas en los tejidos y células humanas, se identificaron las proteínas que se expresan predominantemente en un órgano concreto, considerándolas como “enriquecidas en un órgano” si su expresión es al menos cuatro veces mayor en ese órgano en comparación con otros.

Del total de proteínas medidas por el SomaScan, una técnica avanzada para este tipo de análisis, 893 (equivalente al 18%) cumplieron con la definición de enriquecimiento en un órgano, destacando especialmente aquellas relacionadas con el cerebro. Para asegurar la precisión del estudio, los investigadores aplicaron controles de calidad adicionales que resultaron en la exclusión de proteínas con alta variabilidad o baja correlación en las medidas, refinando así el conjunto de datos a 4,778 proteínas que se utilizaron para análisis posteriores.

La investigación estuvo liderada por Tony Wyss-Coray, quien lleva más de una década investigando las diferencias en la sangre entre organismos jóvenes y ancianos. Tras observar mejoras en ratones ancianos a los que se les transfundió sangre de ratones jóvenes, Wyss-Coray fundó Alkahest, ahora propiedad de la compañía farmacéutica Grifols.

El nuevo análisis de sangre podría evitar la aparición de enfermedades como la insuficiencia cardíaca o el alzhéimer. (Freepik)
El nuevo análisis de sangre podría evitar la aparición de enfermedades como la insuficiencia cardíaca o el alzhéimer. (Freepik)

Alkahest actualmente investiga el potencial de transfusiones de plasma joven para combatir enfermedades asociadas al envejecimiento, como el alzheimer. Wyss-Coray considera que identificar proteínas específicas que predicen el envejecimiento acelerado podría conducir al desarrollo de nuevos fármacos para desacelerar dicho proceso.

Esta herramienta de precisión del envejecimiento acelerado también está siendo estudiada por la Universidad de Melbourne que en abril del 2023 publicó una investigación relacionada en la revista Nature Medicine en la que confirma cómo la identificación temprana del envejecimiento acelerado en órganos específicos, podría incrementar la precisión de diagnósticos futuros para disminuir el impacto del envejecimiento en la salud.

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