En la comarca del Priorat, muy cerca del Coll de la Teixeta, la pequeña localidad de Porrera se alza como uno de los pueblos más especiales y desconocidos de la provincia de Tarragona. Esta villa es un ejemplo vivo de la rica tradición vinícola y cultural de esta comarca catalana, que, además, con apenas unos cientos de habitantes, ha sabido preservar su encanto rural y su legado histórico. Así, rodeado de montañas y viñedos en terrazas, el pueblo ofrece una imagen pintoresca que atrae tanto a enoturistas como a quienes buscan una experiencia auténtica en el interior de Cataluña.
Tanto es así, que uno de sus mayores reclamos turísticos es el sendero que descubre como la villa se ha convertido en un centro vinícola en la región. Este se conoce como el Camino del vino de Porrera, una ruta única que es perfecta para los amantes del vino. Cuenta con una distancia aproximada de alrededor de 6,5 kilómetros a través de la cual el viajero puede contemplar bodegas, bellos paisajes y una estampa que tiene como principal protagonista los viñedos.
Una ruta por viñedos y montañas
El itinerario comienza junto al histórico edificio de la Cooperativa Agrícola, una entidad clave en la vida agrícola de Porrera. Desde allí, el camino se adentra en antiguas laderas y nuevas plantaciones de viñedos, que ilustran la evolución de la viticultura local a lo largo de los años. La primera parada de la ruta es la Masia Porrerà, una finca emblemática que simboliza el vínculo entre la tradición agrícola y la producción vinícola de la zona.
A medida que el sendero avanza, los caminantes alcanzan el coll Sentiu primero y más tarde el coll Major, no sin antes curzar el río Cortiella. El coll Major es un punto estratégico que ofrece vistas panorámicas inigualables del valle del Cortiella y del propio pueblo de Porrera. Desde esta altura, se puede apreciar en todo su esplendor el Montsant y la sierra de la Gritella, conformando un escenario natural que realza la belleza de los viñedos en terrazas y el entorno rural de Porrera.
Este recorrido, marcado por las impresionantes vistas sobre el valle y las viñas, es un verdadero espectáculo visual para los amantes de la naturaleza y del vino. Desde este punto, el viajero puede emprender la vuelta por el camino de los Masod d’en Cubells.
La ruta de las bodegas
Para aquellos interesados en profundizar aún más en la cultura enológica de Porrera, la ruta de las bodegas es una opción imprescindible. La Oficina de Turismo del Priorat ha diseñado una oferta que incluye visitas a 13 bodegas de la Denominación de Origen Montsant y otras 32 de la Denominación de Origen Calificada Priorat. En Porrera, la ruta incluye un total de cinco bodegas destacadas. Entre ellas se encuentra el Celler Cal Pla, con más de 200 años de historia, que se erige como la bodega más antigua del municipio y un testimonio vivo de la evolución vitivinícola de la región.
También forman parte del recorrido el Celler Joan Simó y el Celler l’Encastell, dos bodegas familiares de pequeño formato fundadas en 1999, que representan la continuidad de las tradiciones locales con un enfoque moderno y sostenible. Además, se puede visitar el Celler Parmi Priorat y el Celler Sangenís i Vaqué, establecido en 1979 y reconocido por su compromiso con la calidad y la autenticidad en la elaboración de sus vinos.
Entre las bodegas de Porrera, una de las más conocidas es sin duda el Celler Vall Llach, fundado a finales de los años 90 por el célebre cantante Lluís Llach. Esta bodega no solo es famosa por la reputación de su fundador, sino también por la calidad excepcional de sus vinos, que han contribuido a elevar el prestigio de Porrera en el panorama vinícola internacional. Vall Llach se ha convertido en un símbolo de la integración entre cultura, arte y viticultura, ofreciendo una experiencia única a quienes visitan sus instalaciones.
Cómo llegar
Desde Tarragona, el viaje hasta Porrera es de alrededor de 35 minutos por la carretera T-11 y N-420. Por su parte, desde Lleida el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por la vía C-242.