Ferran Adrià es considerado por muchos el mejor cocinero en la historia reciente, además de una de las voces más respetadas de España en lo que a cocina y restauración se refiere. Es por ello que conviene escuchar bien sus consejos, incluso aquellas recetas o pequeños trucos de cocina que ha ido desvelando con el paso de los años.
En esta ocasión te vamos a explicar una de las deliciosas recetas que desveló en La cocina fácil de Ferran Adrià, un DVD de recetas que el chef sacó a la venta en el 2004. En uno de los capítulos, el chef dedicaba unos minutos a dar consejos a aquellos espectadores que necesitaran llevar comida preparada al trabajo. En lugar de comprar algo preparado o salir a comer de forma diaria, Adrià les propone una receta sencilla con sabores dignos de estrella Michelin, un plato saludable que nos permitirá darnos un auténtico lujo incluso un martes cualquiera.
El menú para el trabajo que propone Ferran Adrià
El menú que el chef prepara comienza con una sencilla ensalada de lechuga, una opción saludable y fresca que apetece en cualquier momento del año. Pero, como no podía ser de otra manera tratándose de uno de los chefs más creativos de la historia de la gastronomía, la receta no podía quedarse en una simple ensalada. La magia, dice Adrià, está en los ingredientes extra que añade, pequeños bocados que añaden notas dulces, saladas, ácidas y picantes. “Es importante crear un plato que combine todos los sabores en un bocado”, explica.
De esta manera, el cocinero añade a su ensalada unos frutos secos, que aportan un toque salado y crujiente; unas frutas para algo de acidez, concretamente frambuesas y fresitas del bosque; y parmesano para un ligero toque picante. En cuanto al aliño, lo prepara con aceite, vinagre, sal y un poco de canela, un ingrediente que puede sorprender pero que, en realidad, aporta un toque exquisito. “En realidad la canela no es dulce. Las especias como tal no son ni dulces ni saladas, son especias”, explica el chef.
Como plato principal, el cocinero prepara un bacalao confitado muy sencillo. Para elaborarlo, calienta abundante aceite de una cazuela. Cuando esté empezando a burbujear, Adrià aparta el aceite del fuego para que baje su temperatura, alcanzando unos 75 grados centígrados. Es la temperatura perfecta para confitar el pescado, pues necesita de un aceite templado que cocine el interior poco a poco, hasta quedar cremoso y sabroso.
Antes de introducir el bacalao en el aceite, Ferran Adrià lo corta en trozos más pequeños, de forma que tarde menos en cocinarse. Si no se encuentra bacalao o se prefiere otro tipo de producto, el chef aclara que valdría “cualquier pescado de carne dura, como rape o merluza”. Como guarnición, Adrià escoge unas setas en conserva pequeñas, que añade en el aceite en los últimos minutos de cocción del bacalao para que cojan su sabor.
Como postre, Ferran Adrià propone algo distinto a lo habitual, una fruta muy común pero acompañada de sabores poco predecibles. En concreto, nos propone acabar el menú con una naranja cortada en rodajas, acompañada con un poco de estragón o hinojo para un toque anisado, un chorro de miel y “un toque andaluz”: un poco de aceite de oliva por encima y una pizca de sal gorda.