Cómo hacer sopa de cebolla, la receta tradicional francesa perfecta para los días de frío

Las sopas nos han acompañado durante prácticamente toda la historia de nuestra gastronomía. Este plato de cuchara reconfortante, que admite casi cualquier ingrediente, forma parte de la historia culinaria de cada región del mundo en distintas versiones.

La sopa de cocido madrileño, el puchero, la sopa castellana o el suquet de pescado son solo algunos ejemplos de nuestra cocina, que se completan con delicias extranjeras como la minestrone italiana o la sopa de cebolla francesa. Esta última, una receta exquisita, tradicional y muy sencilla de replicar en casa, es el plato reconfortante perfecto para soportar los días más fríos del año.

Aunque forma parte del recetario de la cocina francesa, en realidad este plato y versiones similares tienen una larga tradición en toda Europa, especialmente entre las clases campesinas más pobres, ya que la cebolla era un ingrediente económico y fácil de conseguir para cualquiera.

La versión actualizada de esta sopa originaria de Francia se elabora con pan seco, caldo de carne y cebollas caramelizadas. Es la “soupe á l’oignon gratinée” o sopa de cebolla gratinada, una variación de la receta más tradicional a la que se añade, además, una capa de queso por encima, aportando un extra de sabor y un toque crujiente a esta delicia.

La receta de sopa de cebolla clásica combina ingredientes accesibles y un proceso que realza los sabores naturales. La caramelización de las cebollas es la clave para lograr un fondo dulce y profundo, complementado con el sabor del caldo y el pan tostado.

Preparar sopa de cebolla lleva aproximadamente 1 hora y 15 minutos:

• 15 minutos para preparar los ingredientes.
• 40 minutos para caramelizar las cebollas y cocinar el caldo.
• 20 minutos adicionales para gratinar y servir.

• 6 cebollas medianas, cortadas en rodajas finas
• 2 cucharadas de mantequilla
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 1 litro de caldo (puede ser de pollo, carne o verduras)
• 100 ml de vino blanco seco (opcional)
• Sal y pimienta al gusto
• 1 baguette, cortada en rebanadas finas
• 150 g de queso rallado (Gruyère o similar)

1. Caramelizar las cebollas: En una olla grande, calienta la mantequilla y el aceite de oliva a fuego medio. Añade las cebollas y cocina lentamente, removiendo ocasionalmente, hasta que estén doradas y caramelizadas (30-40 minutos).
2. Añadir el vino: Si usas vino, desglasa la olla vertiéndolo y raspando el fondo. Cocina unos 2 minutos para evaporar el alcohol.
3. Incorporar el caldo: Añade el caldo caliente, sal y pimienta. Lleva a ebullición y cocina a fuego lento durante 15-20 minutos.
4. Preparar el pan: Mientras tanto, tuesta las rebanadas de baguette hasta que estén doradas.
5. Montar la sopa: Sirve la sopa caliente en cuencos individuales aptos para horno. Coloca las rebanadas de pan sobre la sopa y espolvorea generosamente con queso rallado.
6. Gratinar: Lleva los cuencos al horno precalentado a 200 °C hasta que el queso esté derretido y dorado, unos 5-10 minutos.
7. Servir: Sirve inmediatamente y disfruta.

Con esta cantidad de ingredientes, la receta rinde para 4 porciones generosas.

Cada porción contiene aproximadamente:

• Calorías: 350
• Grasas: 15 g
• Grasas saturadas: 8 g
• Carbohidratos: 35 g
• Azúcares: 8 g
• Proteínas: 10 g

Cabe señalar que estas son estimaciones y los valores pueden variar según los ingredientes específicos utilizados.

La sopa de cebolla se conserva en el frigorífico por hasta 3 días si se almacena en un recipiente hermético. Recalienta a fuego bajo antes de servir.