En noviembre de 2023, Gemma Hillier, una profesora de 45 años de Northampton (Reino Unido), recibió una noticia que cambiaría su vida: una resonancia magnética confirmó la presencia de un tumor cerebral. Conforme cuenta el diario inglés New York Post, este diagnóstico llegó tras una serie de pruebas iniciadas en septiembre del mismo año, cuando Hillier acudió a una revisión ocular de rutina en su óptica local. “Cuando me senté en la silla, no podía leer ninguna de las letras, lo que me pareció extraño ya que pensé que tenía buena visión”, explica. Este hallazgo marcó el inicio de un proceso médico que culminó en una cirugía en febrero de 2024, en el Hospital John Radcliffe, en Oxford, donde los cirujanos lograron extirpar el 90% del tumor.
El diagnóstico fue especialmente impactante para Hillier, ya que su padre, Rod Hillier, falleció en julio de 2018 a los 73 años debido a un glioblastoma, un tipo agresivo de tumor cerebral. En declaraciones para el diario inglés, la profesora cuenta que los tumores cerebrales han marcado profundamente su vida en los últimos seis años.
Un diagnóstico inesperado
El proceso que llevó al diagnóstico de Hillier comenzó cuando, durante la revisión ocular, no logró identificar las letras en el examen estándar. Según detalló el medio, su optometrista realizó pruebas adicionales, incluida una de campo visual, que también arrojó resultados preocupantes. Esto llevó a una derivación a una clínica oftalmológica, donde Hillier fue evaluada por especialistas. Sin embargo, al no obtener respuestas claras, decidió acudir a un oftalmólogo privado, quien, tras una breve consulta, recomendó una resonancia magnética. “Cuatro días después de la resonancia magnética, recibí una llamada telefónica para decirme que habían encontrado un tumor cerebral. De alguna manera, sentí alivio, porque pensaba que estaba imaginando los síntomas que estaba teniendo”, detalla.
Durante ese periodo, también experimentó un aumento en la intensidad de los dolores de cabeza, lo que reforzó la urgencia de buscar tratamiento. El tumor, identificado como un meningioma de grado 2, estaba ubicado alrededor del nervio óptico, lo que ponía en riesgo la visión en su ojo derecho. Los médicos le explicaron que la cirugía era la única opción viable para preservar su vista. “La cirugía fue un éxito y se extirpó el 90% del tumor”, añade la profesora.
Una historia para concienciar
Actualmente, Hillier se somete a chequeos regulares para monitorear el crecimiento del tumor restante. Según explicó, su cirujano le advirtió que, en caso de que el tumor vuelva a crecer, será necesario recurrir a radioterapia. A pesar de la incertidumbre, Hillier se considera afortunada, ya que su situación podría haber sido mucho más grave.
La historia de Hillier también pone de relieve la importancia de las revisiones oculares regulares, ya que fue durante una de estas pruebas que se detectaron los primeros indicios de su condición. Según informó la médica, Catherine Fraher, directora de Servicios y Salud Digital de The Brain Tumour Charity, destacó la relevancia de compartir historias como la de Hillier para crear conciencia sobre los tumores cerebrales. Fraher subraya que cada familia enfrenta este tipo de diagnósticos de manera diferente y enfatizó el compromiso de la organización en brindar apoyo a quienes lo necesiten.