Se acerca Nochebuena, una de las noches más especiales del año y una ocasión en la que reunirse con nuestros seres queridos para disfrutar de la consiguiente cena. Como es común en estas fechas, las celebraciones suelen tener lugar alrededor de una mesa, llena en muchos casos de deliciosos entrantes, bebidas de todo tipo y dulces navideños. Así sucede en gran parte de las casas del mundo, incluso en la de las casas reales europeas.
La Navidad es una época especial para la familia real británica, al igual que para muchas familias. Para los Windsor supone, además, una de las pocas ocasiones del año en la que se les puede ver reunidos al completo. Cada Nochebuena, los Windsor se reúnen para disfrutar de una agradable velada en familia e intercambiarse regalos a la hora del té, disfrutando de uno de los días más especiales y familiares de todo el año.
Quienes conozcan a fondo las rutinas y entresijos de La Firma, sabrán que la finca de Sandringham, en Norfolk, es la residencia elegida por la Familia Real británica para celebrar las festividades navideñas. Esta mansión de estilo jacobino, situada en un terreno de 8.000 hectáreas, es testigo desde hace décadas de las reuniones festivas de la familia, unas que, como sucede en las casas de gran parte del planeta, suelen incluir un delicioso banquete.
Pero, en Sandringham, las cenas y comidas de Nochebuena y Navidad se caracterizan por un formato poco convencional: un buffet compuesto principalmente por platos fríos. Esta peculiar tradición se debe a que, durante estas fechas, el personal de servicio recibe el día libre, lo que obliga a los miembros de la Casa Real a disfrutar de una experiencia más relajada y menos formal de lo que acostumbran.
Según informaba la revista Semana, hace años se subastó un menú de una de estas cenas navideñas, escrito en francés, que detallaba los platos ofrecidos en el buffet. El curioso documento, que un antiguo chef de la casa real guardó durante años, desvelaba también el menú del día de la Navidad de 1993, acompañado del sello dorado de Isabel II. Gracias a este histórico documento, podemos hacernos una idea de en qué consisten habitualmente las cenas en casa de los Windsor.
Como entrantes, se incluían opciones como filete de ternera acompañado de timbales de verduras y legumbres, foie-gras, lengua de ternera estofada, jamón de York y pavo ahumado.
El buffet de Sandringham también ofrece una amplia variedad de primeros platos. Entre las opciones disponibles se encuentran una corona de salmón ahumado en mousse, melón con jamón de Parma, ensalada de judías con rúcula, panaché de verduras con huevos de codorniz, ensalada de gallo y aguacates, y ensalada de arroz.
En cuanto al plato principal, el menú se simplifica con una única opción: un pastel de berenjenas. Este plato, aunque sencillo en comparación con la variedad de los entrantes y primeros, se presenta como una elección que combina tradición y sabor, manteniendo la temática de los alimentos fríos y fáciles de servir.
Para cerrar la experiencia culinaria, los postres incluyen una selección que evoca las festividades navideñas. Entre las opciones se encuentran gelatinas elaboradas, el tradicional tronco de Navidad y una variedad de galletas alemanas típicas de la temporada.
La Nochebuena de la familia real española
Nuestros reyes también disfrutan de una copiosa cena en la noche previa al día de Navidad. En el caso de Felipe VI, doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, ellos se reunirán en el Pabellón del Príncipe, la casa de los Reyes situada a un kilómetro del Palacio de la Zarzuela.
En cuanto a su menú, este estará compuesto por una variedad de productos de alta calidad, entre ellos, el jamón ibérico de bellota, salmón ahumado, pudin de marisco, angulas y foie. El plato principal consiste en un pavo relleno de verduras acompañado de un delicioso puré de castañas y verduras con hierbas aromatizadas. Como colofón final a esta cena se servirán dulces típicos de la Navidad, como los turrones, polvorones y mazapanes, que serán servidos como postre junto a fruta fresca y helado.