Almorzar en el centro de Roma suele ser uno de los planes que se tienen que cumplir al menos una vez en la vida. Un poco de pasta acompañada de un manjar como las ostras hacen derretir a cualquier paladar nada más leerlo en la carta. Sin embargo, no todo salió a pedir de boca para una mujer, antes gerente de empresa y ahora escritora, que visitó uno de los restaurantes más prestigiosos del centro de la ciudad.
La escritora Delia Carotenuto, de 74 años, almorzó en uno de los establecimientos más reconocidos de Roma: el restaurante Baccano, a dos pasos de la Fontana di Trevi. Pero a los dos días, descubrió que había contraído salmonella. Ahora ha solicitado ante la Fiscalía el embargo de la comida del restaurante, denunciando un delito de lesión por negligencia.
Los hechos se remontan al pasado 23 de noviembre. Acompañada de una amiga, Delia comió en el restaurante Baccano, pero solo ella probó las ostras. Luego pidió una carbonara, mientras su acompañante eligió una cacio e pepe (pasta con queso y pimienta). La factura final salió por 77,50 euros, que pagó la escritora, según ha informado el diario italiano Il Corriere della Sera.
Los síntomas
Cuando la autora de Historia de un pilluelo de Pozzuoli regresó a casa, empezaron los retortijones, los dolores insoportables en el estómago. Al día siguiente, las molestias se convirtieron en problemas intestinales.
Delia, débil y con fiebre, pensó que había cogido la gripe o tal vez un fantasma del pasado, como el coronavirus. Llamó a su amiga para preguntarle si se encontraba bien, pero ella no tenía ninguna molestia.
Al ver que no había mejoría, la mujer acudió a una clínica médica privada, un laboratorio. Allí pidió una muestra casera y el resultado, que se lo entregaron el 29 de noviembre, la dejó sin aliento; es salmonela. El resultado del examen no dejó lugar a dudas, según el médico de cabecera.
Los síntomas de salmonela aparecen entre seis y 72 horas después de la consumición del alimento infectado con la bacteria. Así lo afirmó Delia, quien salió del restaurante poco antes de las 14:00 y empezó a sentir el dolor alrededor de las 21:00 de la noche.
La denuncia
La escritora tiene pocas dudas sobre el culpable y la causa de la contaminación. Inmediatamente, pensó en el restaurante donde había comido. La carbonara es la principal sospechosa. De hecho, entre los principales causantes de esta enfermedad se encuentran los huevos mal cocidos y sus derivados. El restaurante, por su parte, niega tener cualquier responsabilidad e invitan a Delia a buscar otras alternativas.
Ante esta posición, la escritora ha decidido contratar los servicios del abogado Fuduli, que inmediatamente advirtió al restaurante Baccano de que acudiría a la vía judicial. En su denuncia, relata que ha tenido que tomar antibióticos durante 12 días, además de haber perdido varios kilos. Ahora pide la incautación de todos los alimentos del restaurante para su comprobación. Una preocupación que se considera fundamental para evitar futuros accidentes.