Dónde comer en Salamanca: restaurantes y bares tradicionales para disfrutar de la gastronomía charra esta Navidad

Desde churros con chocolate hasta un buen tapeo, pasando por una comida llena de clásicos y una confitería histórica

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Plaza Mayor de Salamanca (Adobe Stock)
Plaza Mayor de Salamanca (Adobe Stock)

Para conocer a fondo una ciudad, nada como hacerlo a través de su gastronomía más tradicional. La identidad de una ciudad y sus platos más queridos son dos elementos indivisibles, lo que hace que disfrutar de estos últimos sea una experiencia imprescindible para quienes visitan una nueva localidad. Salamanca, uno de los destinos de fin de semana más visitados de todo el país, es buen ejemplo de ello.

La capital del arte renacentista, de los mesones de estudiantes y del cerdo ibérico, es también uno de los principales centros gastronómicos de todo Castilla y León. En la ciudad castellana se puede disfrutar de una oferta de gran calidad, gracias a cocineros que ha apostado por la renovación sin perder los productos y técnicas más tradicionales de la gastronomía charra. Y así lo reconocen las grandes guías gastronómicas del país, la Repsol entre ellas.

Este año, la guía nacional ha añadido a su listado más de 300 nuevos ‘Soletes con Solera’, premios que homenajean la tradición y reivindican los negocios clásicos que han resistido al paso del tiempo. 51 de estos nuevos Soletes han caído en Castilla y León, cuatro de ellos en la histórica ciudad de Salamanca. Estas recomendaciones son perfectas para disfrutar de la cocina más auténtica de la provincia castellanoleonesa, con opciones que van desde los hornazos típicos de sus panaderías hasta las tapas más típicas de sus barras. Estas son las cuatro nuevas recomendaciones gastronómicas de la Guía Repsol en la ciudad de Salamanca.

Churros para desayunar en Chamorro

La lista de recomendaciones comienza con Chamorro, una churrería que se encuentra junto a la Puerta Zamora. La familia Chamorro ofrece desde 1992 unos de los mejores chocolates con churros de la ciudad, una delicia que pedir para llevar a cualquier hora de la mañana -también a altas horas de la madrugada, cuando están altamente demandados-. Si te gustan los churros, este es el lugar ideal para comprarlos y llevarlos a casa. Aunque la churrería cuenta con espacio para poder tomar un café o un chocolate con churros allí mismo, se trata de un espacio pequeño con un constante ajetreo de clientes. Sus churros, crujientes, ligeros y con un sabor delicioso, merecen la espera.

Churros con café en la churrería Chamorro (Instagram / @churreria_chamorro)
Churros con café en la churrería Chamorro (Instagram / @churreria_chamorro)

Para el tapeo, Mesón Cervantes

La guía incluye este bar de Salamanca entre sus recomendaciones por su ubicación, en plena Plaza Mayor, por su larga historia y por su decoración. Pero, sobre todo, lo hace por su interminable barra de tapas, con más de 50 variedades elaboradas cada día en la propia taberna. Son famosas sus tortillas, preparadas de hasta ocho variedades distintas, aunque también sus huevos rotos, sus tostas o sus bombas rellenas. El Mesón Cervantes está considerado como uno de los restaurantes más carismáticos y conocidos de Salamanca, un local fundado a comienzos de los años 60 que sigue reuniendo a salmantinos y visitantes a diario.

Vistas de la Plaza Mayor desde el Mesón Cervantes (Facebook)
Vistas de la Plaza Mayor desde el Mesón Cervantes (Facebook)

Para comer, El Bardo

El restaurante El Bardo comenzó sus andaduras en el año 1981 como cooperativa de hosteleros. Más de 40 años después, sigue triunfando gracias a su propuesta de cocina tradicional bien cuidada, con la buena relación calidad-precio como bandera. Cuanta con cuatro locales repartidos por Salamanca, por lo que es un recurso socorrido al que acudir estés donde estés. Destacan sus menús tradicionales, también sus especialidades, entre las que se encuentran el solomillo o el chuletón de ternera, proveniente de la propia provincia; las exquisitas chuletillas de cordero lechal, el magret de pato con salsa de uvas, o los diferentes embutidos de cerdo, con el jamón ibérico de la tierra como protagonista.

Restaurante El Bardo, en Salamanca (Web del restaurante)
Restaurante El Bardo, en Salamanca (Web del restaurante)

Y, para el postre o la merienda, La Industrial

No podemos irnos de Salamanca sin probar su típico hornazo. El mejor sitio para hacerlo, según la guía y también los clientes salmantinos, es la confitería La Industrial. Hablamos de una de las pastelerías con más antigüedad de toda la ciudad, un negocio familiar fundado hace más de setenta años, y que ha mantenido intacta la misma estética, su encanto de estilo modernista y sus aires románticos. En lo salado, triunfa también su empanada rellena de huevo duro, lomo de cerdo, chorizo y jamón, que manda la tradición comer en el campo con la familia. Como confitería que es, también ofrece riquísimos postres autóctonos elaborados en su propio obrador: tarta de San Marcos, los Moritos de nata, bizcochetas, charras, bollo maimón...

Confitería La Industrial, en Salamanca
Confitería La Industrial, en Salamanca
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