Estas son las 5 señales que revelan que una persona no es de fiar, según la psicología

El psicólogo Sergio de Dios González revela cuáles son las actitudes que llevan a cabo las personas poco confiables

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Una amistad falsa. (Adobe Stock)
Una amistad falsa. (Adobe Stock)

En ocasiones, la primera impresión cuenta. Hay personas que en un primer contacto no nos transmiten confianza y así se mantiene a medida que les vamos conociendo mejor. Ya sea por intuición o por las “malas energías” (para los más espirituales), hay quienes no terminan de encajarnos. Aunque cada individuo y circunstancia son diferentes, hay comportamientos recurrentes que suelen estar asociados con personas poco confiables, como expone el psicólogo Sergio de Dios González.

Encanto superficial

Las personas que no son de fiar a menudo exhiben un encanto superficial, caracterizado por ser extremadamente carismáticas y agradables desde el principio. Este comportamiento puede estar diseñado para ganar la confianza de los demás rápidamente, pero suele carecer de profundidad. Estas personas pueden parecer demasiado perfectas o demasiado atentas, pero con el tiempo, su comportamiento revela inconsistencias.

El encanto superficial es una estrategia que emplean para manipular a los demás. Por ejemplo, pueden usar halagos excesivos o mostrar un interés desmesurado en las necesidades de las personas. Sin embargo, este encanto rara vez está respaldado por acciones genuinas, y puede desvanecerse cuando no obtienen lo que desean.

Excesivamente generosos

Otra señal de alerta es la generosidad excesiva, que a primera vista puede parecer una cualidad positiva. Estas personas pueden hacer regalos costosos, ofrecer favores de manera desinteresada o brindar apoyo más allá de lo esperado. No obstante, esta generosidad puede tener un trasfondo manipulador: buscan obtener algo a cambio, ya sea poder, influencia o control.

En algunos casos, las personas excesivamente generosas pueden utilizar esta estrategia para crear una sensación de deuda emocional en los demás, dificultando que las víctimas puedan rechazar futuras peticiones o establecer límites. Según el psicólogo, es importante distinguir entre la generosidad auténtica y aquella que tiene intenciones ocultas.

No son empáticos

La falta de empatía es una característica clave de las personas poco confiables, pues tienen dificultades para ponerse en el lugar de los demás y comprender sus emociones. Como resultado, pueden actuar de manera insensible o egoísta, priorizando siempre sus propios intereses.

La ausencia de empatía puede manifestarse de varias formas: minimización de los problemas ajenos, incapacidad para reconocer el impacto de sus acciones en los demás o respuestas frías ante el sufrimiento emocional. En relaciones cercanas, esta característica puede ser particularmente dañina, ya que dificulta la creación de vínculos profundos y auténticos.

Incoherencia en sus acciones

La falta de coherencia entre lo que una persona dice y lo que hace es otra señal de alerta, como revela el psicólogo. Una persona no confiable puede prometer algo y luego no cumplirlo, o actuar de manera contraria a sus palabras. Estas contradicciones son indicativas de que sus intenciones o valores no son genuinos. Por ejemplo, pueden presentarse como personas responsables y trabajadoras, pero luego incumplen compromisos importantes.

No respetan los límites de los demás

Una señal evidente de que alguien no es de fiar es su incapacidad o falta de voluntad para respetar los límites de los demás. Estas personas pueden invadir la privacidad, insistir en temas que generan incomodidad o ignorar las solicitudes de espacio personal. Al actuar de esta manera, muestran una falta de consideración por las necesidades y derechos de los demás.

La falta de respeto por los límites no solo es un indicador de manipulación potencial, sino también de un desequilibrio en la relación, puesto que puede tratarse de una invasión física, emocional o incluso financiera, y suele estar acompañada por intentos de justificar su comportamiento o culpar a la otra persona por reaccionar negativamente.

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