Quién es Carlos Casillas, el mejor chef joven del año que ha puesto Ávila en el mapa de la Guía Michelin

Hace poco más de un año, Carlos Casillas copaba los titulares al convertirse en el chef más joven de la historia de la Guía Michelin en España en ganar la primera estrella Michelin. El triunfo fue por partida doble pues, con este galardón, conseguía el primer astro gastronómico para la ciudad de Ávila. Lo hacía en la Gala Michelin 2024, celebrada en Barcelona solo siete meses después de que, con 24 años, abriera su restaurante Barro, en el centro histórico de la ciudad abulense.

Ahora, Barro suma un año más, un año de muchos cambios -traslado de su local mediante- que solo ha hecho afianzar el éxito del proyecto de Casillas. Hoy, el chef abulense ha vuelto a celebrar un hito en la historia de la gastronomía española; Carlos Casillas ha sido nombrado Mejor Chef Joven de la Guía Michelin 2025, llevándose a casa el trofeo Young Chef Award, entregado en la Gala celebrada el pasado martes en la ciudad de Murcia.

Un emocionado Casillas recogía este martes el galardón de manos de Chema León, director de Marketing de Makro España. Tras recibir el premio, en sus primeras palabras reconoció que “este año venía superasustado porque hemos cambiado de ubicación y es lo típico que te dicen que hay que revalidarla”. Parece que lo ha conseguido con creces. Casillas, quien inició su proyecto a los 24 años, ha ampliado recientemente su establecimiento a 600 metros cuadrados, una apuesta que en absoluto ha hecho que su propuesta pierda valor. En esta edición de la guía, no solo ha alcanzado este reconocimiento individual, sino que además ha logrado mantener su estrella.

En su discurso, el chef abulense aseguró que este premio “tiene un valor especial porque ha sido un año intenso, hemos hecho muchísimos cambios, hemos pasado de un local de 40 metros cuadrados a uno de 600″. “Cuando abres un proyecto lo haces con toda la ilusión del mundo, lo haces con todas las ganas, pero nadie te enseña cómo hacerlo. Abrir un proyecto en una ciudad pequeñita con 24 años era un reto superdifícil, pero creo que la ilusión, las ganas y, sobre todo, la convicción de que las cosas se pueden hacer de manera diferente, te da la energía suficiente como para poder con ello”, continuó el joven chef sobre el escenario del Víctor Villegas.

Carlos Casillas, propietario y fundador de Barro, nació en Ávila y se formó en el Basque Culinary Center, donde consiguió el mejor expediente de su promoción. Durante su formación, pasó por restaurantes como La Tasquita de Enfrente, Miramar y Ambivium, tras lo que siguió su formación en Bullipedia. Sin embargo, no tardó mucho en volver a su tierra, poniendo así a la pequeña ciudad de Ávila en el mapa con su cocina de raíz y su buen hacer.

En realidad, Barro es el segundo proyecto de Carlos Casillas. Antes de comenzar con esta aventura, el chef ya había puesto en marcha Mûd Wine Bar, un local al que definía como “un bar de vinos donde beberse la denominación local de Cebreros y comerse la provincia abulense”. Aunque este proyecto cerraba sus puertas con menos de un año de funcionamiento, Casillas y su equipo aprovecharon el aprendizaje, manteniendo la cultura vinícola abulense en un puesto central en su nuevo y galardonado restaurante.

La cocina de Carlos Casillas en Barro queda lejos de los clásicos restaurantes de la ciudad amurallada donde el chuletón es el absoluto protagonista. Su propuesta se caracteriza por los tintes creativos, aunque su menú degustación pretende rendir homenaje a sus orígenes recuperando los sabores de su valle. El producto local con conciencia ecológica es la columna vertebral de su menú, materias primas que proceden de los más de 60 proveedores de la zona con los que trabajan. Langostinos de Medina del Campo, leche de alta montaña de San Pedro del Arroyo, cerdo ibérico de Muñana...

Antes, su restaurante se encontraba a pocos metros de la monumental Puerta del Alcázar, frente a las murallas que rodean esta urbe medieval, en un minúsculo local con 16 metros cuadrados y espacio para solo cuatro mesas. Pero Casillas y su equipo querían más. Por eso, este pasado verano trasladaron su propuesta a un edificio de 1.700 metros cuadrados, un edificio donde anteriormente se alojaba una fábrica harinera y que han reformado para adaptarlo a su esencia.

Ahora, su restaurante cuenta con una magnífica panorámica de la muralla, en un espacio reconvertido que cuenta con tres plantas: en la superior, se encuentra el restaurante gastronómico; en el nivel intermedio está Surco, que ofrece una experiencia más informal; y en el nivel subterráneo se ubica Fango, una coctelería asesorada por Esther Merino y Diego Prado.

Con el inicio de esta nueva etapa, desde Barro decidieron renovar su propuesta culinaria y apostar por un único menú de 17 pases, Volver, con la posibilidad de añadir hasta 4 extras al llegar a la mesa. Hasta ahora, el menú costaba 180 euros, pero, según informa Cocinillas, Carlos Casillas ha decidido reducir su precio para los próximos meses. A partir de este jueves, su menú pasará a costar 150 euros y reducirá sus pases a 15, cumpliendo una bajada de 30 € que dista de la tendencia al alza generalizada en los precios de otras apuestas de alta cocina.