Sentir celos es un sentimiento tan universal como el amor, el miedo o la esperanza; lo que significa que no debemos avergonzarnos de experimentarlos, pues todos en algún de momento de nuestra vida lo sentiremos. La diferencia clave está en cómo reaccionamos ante ellos, cómo materializamos lo que está en nuestra mente en acciones concretas. Sin embargo, para algunas personas los celos y la desconfianza hacia su pareja suponen un verdadero trastorno psicológico que requiere de ayuda profesional, lo que se conoce como celotipia.
La celotipia o celos patológicos son una preocupación excesiva e irracional de que la pareja sea infiel y cuyo comportamiento va más allá de los celos ocasionales que pueden surgir en una relación, pues son una obsesión que afecta tanto al individuo que la padece como a su pareja, como explican los profesionales del Centro de Estudios Psicológicos. Esta extrema desconfianza puede dañar profundamente las relaciones, generar conflictos y tener consecuencias graves en la salud mental y emocional de ambas partes. En la mayoría de los casos puede derivar en casos de maltrato.
La celotipia tiene diversas causas, que pueden ser psicológicas, biológicas o sociales, aunque la más común es una pronunciada inseguridad personal, según el Centro de Estudios Psicológicos. Las personas con baja autoestima o sentimientos de inferioridad pueden desarrollar celos patológicos, puesto que perciben a su pareja como alguien “demasiado bueno” para ellos, aumentando el miedo a perderla.
Por otra parte, los traumas o relaciones previas donde hubo infidelidades reales pueden contribuir al desarrollo de celos irracionales. Estas experiencias pasadas dejan heridas emocionales que se manifiestan como desconfianza en relaciones futuras. En otros casos, se debe a ciertos trastornos psicológicos subyacentes, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastornos de ansiedad, trastornos de personalidad o incluso episodios psicóticos.
¿Cómo sé si tengo un problema de celos?
Los síntomas de los celos patológicos son variados y pueden presentarse en diferentes grados de intensidad, aunque algunos de los más comunes incluyen los siguientes:
- Desconfianza constante: el celotípico duda de la fidelidad de su pareja sin pruebas concretas, basándose en suposiciones, pensamientos irracionales o interpretaciones erróneas de las acciones de la otra persona.
- Conductas de control: estas pueden incluir revisar constantemente el teléfono, correos electrónicos o redes sociales de la pareja, así como vigilar sus movimientos o exigir explicaciones detalladas sobre su día a día.
- Interrogatorios repetitivos: la persona con celos patológicos puede cuestionar a su pareja continuamente sobre sus actividades, relaciones sociales o interacciones con otras personas, buscando una confirmación de su lealtad.
- Episodios de ira o violencia: los celos extremos pueden desencadenar en comportamientos agresivos o incluso violencia física o verbal hacia la pareja.
- Ansiedad y obsesión: las personas con celotipia suelen experimentar pensamientos intrusivos y ansiosos relacionados con la infidelidad de su pareja, afectando a su calidad de vida y su capacidad para concentrarse en otras áreas.
- Aislamiento social: en algunos casos, el celotípico puede intentar aislar a su pareja de amigos y familiares, viendo cualquier interacción externa como una amenaza potencial.
Tratamiento de la celotipia
El tratamiento de la celotipia requiere un enfoque integral que aborde tanto los síntomas como las causas subyacentes del trastorno, por lo que la terapia cognitivo-conductual (TCC) puede resultar bastante útil para identificar y desafiar los pensamientos irracionales que alimentan los celos patológicos. También enseña habilidades para gestionar la ansiedad y mejorar la confianza en la pareja. Si los celos han generado conflictos significativos en la relación, la terapia de pareja puede facilitar la comunicación entre ellos y fomentar un entorno de confianza mutua.
En casos donde los celos patológicos están asociados con trastornos como la ansiedad, el TOC o episodios psicóticos, los medicamentos pueden ser útiles. Los antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos pueden ser recetados por un profesional de la salud para tratar los síntomas subyacentes.
Más allá de la terapia, practicar mindfulness, meditación o ejercicios de respiración profunda puede ayudar a reducir la ansiedad que a menudo acompaña a los celos patológicos. Al mismo tiempo, mejorar la propia autoestima también es otra forma de ayudar a reducir la inseguridad que alimenta los celos.