Martin McEvilly, considerado el hombre más longevo de Irlanda, celebró su 108 cumpleaños el 26 de julio de 2024, y, a lo largo de su larga vida, ha compartido su secreto para alcanzar esa edad: una rutina de vida saludable basada en el equilibrio, la fe y la actividad constante.
Nació en el 1916 en Rosscahill, condado de Galway, (Irlanda). Martin es el último de 11 hermanos, y ha vivido una vida marcada por la modestia y la sencillez. A pesar de que sus hermanos también llegaron a vivir más de noventa años, el pequeño de los McEvilly ha roto los límites de la esperanza de vida, siendo el último miembro de su familia en residir en la granja en la que se criaron.
La clave del bienestar de Martin, según él mismo, está en su lema personal: “Todo con moderación”. Este principio lo aplica en todos los aspectos de su vida, desde su alimentación hasta su consumo de alcohol y su nivel de actividad física. A lo largo de su vida, McEvilly se ha abstenido de comer después de las 19:00 h y limita su consumo de Guinness, la cerveza típica de su país, a solo tres vasos los domingos por la noche. Estas pequeñas restricciones, combinadas con su enfoque general de evitar los excesos, parecen haberle servido bien.
A pesar de su avanzada edad, ha mantenido un estilo de vida activo. Durante muchos años, practicó ciclismo, hasta que tuvo que dejarlo a los 99 años. Aun así, continuó haciendo ejercicio en una bicicleta, eso sí, estática hasta los 105 años. Su rutina diaria de ejercicio físico y su compromiso con mantenerse en movimiento fueron fundamentales para conservar su salud. En su juventud, Martin estaba acostumbrado a realizar trabajos pesados en la granja, como la recolección de musgo para la cama de los animales y el corte de helechos, que, según él, le ayudaron a mantenerse fuerte durante toda su vida.
La Fe y la Familia
Otro factor crucial ha sido su profunda devoción religiosa. Nunca ha faltado a la oración del rosario por la noche, algo que su hijo Pat recuerda con cariño. En su cumpleaños número 107, Martin lo celebró con su familia, como compartieron a través de las redes sociales. A la fiesta asistió un sacerdote local, que rezó con ellos el Padre Nuestro, reafirmando así su inquebrantable fe.
En cuanto a la familia, Martin siempre ha considerado que los lazos familiares son esenciales para una vida plena y longeva. Sigue viviendo en su hogar en Rosscahill, donde su hija Noranne se ocupa de sus cuidados, apoyada por el resto de sus hijos y un equipo de cuidadores.
En 1946, se casó con su amada Kathleen, con quien compartió una de las relaciones matrimoniales más largas del país. Duraron 75 años juntos hasta la muerte de ella en 2022. Juntos criaron siete hijos: Margaret, Mary, Noranne, Christina, Mickey, Pat y John. La pérdida de su esposa fue un duro golpe, pero el apoyo continuo de su familia lo ha ayudado a mantenerse resiliente.