El corazón de Madrid está en sus plazas, siempre llenas de vida y también de historia. Estos espacios, que hoy bombean actividad y disfrute, otrora fueron lugares de encuentro y de comercio, de mercados de abastos, de celebraciones religiosas y paganas. Hoy, estos centros neurálgicos de la vida urbana son también pequeños epicentros gastronómicos de la ciudad, espacios en los que castizos bares y tabernas históricas colindan con nuevas aperturas y terrazas rebosantes.
La Plaza de la Paja, en pleno corazón de La Latina, es uno de estos rincones, una de las plazas con más historia del Madrid de los Austrias. Ahora repleta de terrazas, llenas cada domingo de madrileños y turistas que buscan tomar una caña al sol, antaño fue el gran mercado de Madrid, durante los siglos XIII y XIV. En esta época fue la plaza más importante de la villa, donde se concentraban todo el comercio y las actividades de recreo. Tanto es así, que en el siglo XVIII se la conocía ya como la Plaza de las Tabernillas.
Esta emblemática plaza debe su nombre al diezmo, tributo del diez por ciento que recibía el Rey sobre el valor de las mercancías, que en esta plaza se entregaba en forma de paja y servía para alimentar a las mulas que los capellanes del cabildo de la Capilla del Obispo, situada en la misma plaza, utilizaban para pasear.
Ahora, los bares y restaurantes herederos del legado de aquellas tabernas de la plaza se han organizado alrededor de una asociación, la Asociación de Hosteleros de la Plaza de la Paja. Y, juntos, han organizado toda una fiesta de la tradición gastronómica madrileña, la Ronda Castiza. Se trata de una ruta de tapas típicas de Madrid, reinventadas al estilo de cada uno de estos bares y tabernas, que celebrará su primera edición del 21 de noviembre al 1 de diciembre, en colaboración con Vermut Bendito.
Tapas castizas por tres euros
Los hosteleros que participan en esta iniciativa, todos ellos con un local en esta histórica plaza, han preparado una gran variedad de bocados, con una oferta con la que se puede disfrutar de una tapa por tres euros, o una tapa acompañada de un vasito de vermut por cuatro euros. Estas son las tapas castizas que se podrán degustar durante los días que dura esta ruta:
- ArtQUITECTURA StudioBar: de-cocido Artquimadrileño, una deconstrucción con tres texturas: galatina de caldo de cocido, crema de garbanzos y espuma de chorizo con crujiente de jamón.
- De Mercado: patatas alioli.
- Domi: rabo de toro con base de arepa de maíz frita. Una versión actualizada del famoso guiso tan popular en Madrid.
- El Bacaro de Fabio: raviolo de rabo de toro con fondo oscuro y boletus.
- El Viva: callos veganos. Guiso típico madrileño elaborado con setas, hongos y un “chorizo” vegano.
- La Musa Latina: taco de ropa vieja con salsa picante. Una original y deliciosa manera de honrar al clásico cocido madrileño.
- La Quintería: patatas bravas. Crujientes cubos de patata, dorados por fuera y tiernos por dentro, bañados con una salsa brava picante y ligeramente ahumada que aporta un sabor intenso y especiado
- Naia: mini tortilla de morcilla con queso de cabra, frutos rojos y tomates cherry confitados. Original y con esencia madrileña.
- Taberna Angosta: pincho de tortilla en salsa con chupito de cocido.
- Tío Timón: caracoles en salsa. La receta castiza por antonomasia.