Dario Hartvig, un reconocido maestro pastelero de Turín, ha traído su arte de alta pastelería italiana hasta Barcelona con una propuesta única: un panettone cubierto de láminas de oro comestible de 23 quilates y decorado con cristales Swarovski en su base. Este exclusivo postre, que únicamente se ofrece por encargo, tiene un precio de 1.000 euros y se exhibe en un pop-up ubicado en la calle Tasso, abierto desde el 30 de noviembre hasta el 22 de diciembre.
Para aquellos que buscan una opción más “accesible”, Hartvig ofrece una versión más pequeña de 180 gramos, con un precio de 350 euros. Además de este extravagante postre, en su pop-up se pueden encontrar hasta trece variedades diferentes de panettone, incluyendo el de Marron Glacé, el favorito del pastelero, y el de tres chocolates, con precios que oscilan entre los 34 y los 40 euros, según medios como Foodie Culture.
La fama de Hartvig en el mundo de la pastelería de lujo no es algo reciente. Hace más de una década, creó el que se considera el panettone más caro del mundo, valorado en 80.000 euros. Este extravagante postre fue encargado para un magnate ruso que quedó fascinado con el tiramisú de Hartvig. El panettone estaba cubierto de hojas de oro comestible con una base de diamantes, lo que justificaba su elevado precio.
Originalmente, el pastelero italiano vende sus elaboraciones en la Pasticceria del Borgo, ubicada en Carmagnola (Turín). Allí, Hartvig se especializa también en preparar sus curiosos huevos de Pascua, elaboraciones en las que deja volar su imaginación con resultados de lo más sorprendentes.
Barcelona, nueva capital del panettone
Más allá de esta anecdótica receta, nadie puede negar que Barcelona se ha convertido en la capital mundial del panettone en este 2024. Es allí, en la Ciudad Condal, donde hornea Tonatiuh Cortés, el panadero que hace el que es, oficialmente, el mejor panettone tradicional del mundo. Más conocido como Ton, este mexicano afincado en Cataluña se ha convertido en el primer ganador no italiano de la historia de la Copa del Mundo de Panettone, un certamen que este año se daba cita en Milán y que ha puesto a competir a panaderos procedentes de Europa, Asia, América Latina, Estados Unidos y Australia.
En la escala nacional, Barcelona es también epicentro de la elaboración de este pan dulce italiano. Allí celebraba el pasado 6 de noviembre su particular concurso la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona (EPGB), una entidad que, año tras año, reúne a los mejores pasteleros de España para encontrar a aquellos que elaboran el mejor panettone artesanal de todo el país.
De entre los más de 70 concursantes que se han presentado en el certamen de este año, celebrado en el marco del Gastronomic Forum Barcelona, dos panettones barceloneses, elaborados en pastelerías de la Ciudad Condal, han destacado por encima del resto. Toni Vera, de la pastelería Mervier Canal (Muntaner, 566 y Calvet, 15), se ha impuesto en la categoría de panettone clásico, mientras que Felipe de Santa Cruz, de Madeleine by Ferrieres (Llull, 145), ha sido reconocido por su panettone de chocolate.