Los locales con ‘solera’ están en tendencia. Una afirmación cierta, pero que presenta en sí una contradicción. Cuando hablamos de ‘solera’ nos referimos a algo con carácter tradicional, un lugar de los de toda la vida, que reivindica los usos y costumbres de antaño. Hoy más que nunca, la gastronomía de siempre vuelve a estar de moda, con una pasión generalizada por mantener y venerar los restaurantes centenarios y un gusto cada vez más generalizado por recuperar las recetas de siempre.
Casas de comidas con arraigo, barras que podrían contar miles de historias o familias que han transmitido el oficio de abuelos a padres y de padres a hijos hasta convertirse en una institución. Es a este tipo de propuestas a las que la Guía Repsol ha querido homenajear en la nueva edición de su listado de Soletes. En total, la guía gastronómica española ha premiado en esta décima edición a 330 nuevos establecimientos, repartidos por toda España, que defienden la filosofía de mantener y recuperar la cocina de siempre. Con estas incorporaciones, la distinción más joven e informal de la Guía Repsol supera los 4.400 distintivos amarillos, bares, restaurantes, tabernas, pastelerías y cafeterías que iluminan pueblos y ciudades de todo el territorio.
“Queremos celebrar a quienes se han mantenido fieles a los sabores en los que se reconocen varias generaciones. Estos Soletes con Solera comparten una filosofía común que se nutre del entorno y la herencia recibida, tan vigente en pueblos y ciudades pequeñas y que en los últimos tiempos ha contagiado de ese arraigo a las grandes urbes y a una parte de los que están estrenando sus negocios”, ha explicado María Ritter, directora de Guía Repsol.
Esta décima edición de los Soletes homenajea a sitios que han resistido durante décadas, fieles a un mismo concepto; algunos de ellos incluso con una historia centenaria. También tienen su espacio en esta nueva lista los jóvenes profesionales que han apostado por la tradición, proyectos que acaban de arrancar, pero que se han tomado muy en serio su tarea de rescatar la memoria gastronómica de su tierra. Además, las cafeterías y pastelerías tienen esta vez una representación muy especial. Los expertos de Guía Repsol han trazado este listado teniendo en cuenta a todas las provincias, con la aspiración de dar voz a aquellos rincones más desconocidos que habitualmente no aparecen en las guías.
Una ruta de Soletes para descubrir España
En Madrid, la tradición se respira en el centenario local de la Antigua Pastelería El Pozo, así como otras direcciones llenas de historia como La Gran Tasca o Casa Labra. A estos espacios llenos de tradición se suman nuevas propuestas como Doble y Gilda, una oda moderna al aperitivo de siempre. Cataluña suma 35 nuevos locales a su lista de Soletes, entre ellos centenarios como Casa Montoliu, en Tremp (Lleida); bares tradicionales con toques innovadores como Bodega Amposta (Barcelona) y epicentros del mundo de lo dulce como es Escribà, una pastelería abierta en Barcelona desde 1906.
Andalucía brilla de nuevo en esta entrega, con Córdoba, sede de la gala de premios que tiene lugar este lunes 11 de noviembre, como foco principal. Allí se han premiado lugares que son todo un viaje en el tiempo en sí mismos, propuestas como Gafiq, en Benalcázar, un restaurante ubicado en una antigua iglesia donde el comensal se sienta en una mesa camilla con brasero de picón. En total, la comunidad autónoma andaluza suma más de 50 nuevos locales.
La tradición de Castilla y León se premia en todas sus provincias, pues en esta ocasión todas han sumado restaurantes a la selección de la Guía Repsol. Joyas escondidas como la Pastelería Sabando, en Miranda del Ebro, o La parada del Arriero, en el pueblo abulense de Villarejo del Valle, son algunos de los elegidos. En Galicia, también en Asturias, Cantabria o Extremadura, casas de comidas, vinotecas y hasta alguna hamburguesería obtienen su Solete.