La ciencia avanza a paso firme en materia de encontrar evidencias sobre alimentos y acciones que ayuden a perder kilos de forma más efectiva. Los estudios se suceden con el objetivo de dar con el ejercicio más efectivo para perder peso y, además, quitar el apetito. Este hito lo ha conseguido concluir la Universidad de Virginia, EEUU, que ha liderado el proyecto que ha dado con la tecla.
De esta forma, las evidencias de los resultados han llegado a un punto común, es decir, a un ejercicio clave que permite bajar de peso y quitar el hambre en aquellos quienes lo practican. Un descubrimiento que será de mucha utilidad para todas aquellas personas con problemas, que pensaban en recurrir a métodos alternativos ajeno a lo natural.
Esta es la alternativa natural
Según la investigación de la universidad, donde se ha cogido una muestra de ambos sexos, los elegidos fueron sometidos a ejercicios de diferentes intensidades. Tras ello, se pudo concluir que aquellos que practicaron acciones de fuerte requerimiento físico experimentaron una reducción del hambre y una mayor cantidad de calorías consumidas. Por ello, el ejercicio que se ha de practicar es el conocido como HIIT: entrenamiento de intervalos de alta intensidad.
La razón se debe a que durante este esfuerzo de alta intensidad consigue rebajar los niveles de grelina, que tanta influencia tiene en el apetito y que tiene una mayor reducción del hambre en mujeres que hombres. Acorde a la Academia Española de Nutrición y Dietética, esta hormona se asocia con enfermedades como la obesidad, así como otros problemas fisiológicos que intervienen en el proceso de digestión. Así, en términos más sencillos, la grelina es lo que causa que pide que nos sentemos a comer, tal y como recoge la propia entendida nutricional española.
Otras alternativas que ayudan a evitar el apetito repentino
La otra opción para reducir el hambre es la de comer, como es evidente, pero de forma correcta. Alimentarse de forma eficaz e inteligente hará que nuestro cuerpo se sienta saciado por completo, lo que evitará que esa sensación de hambre se dispare en un corto tiempo en nuestro organismo. Por ello, es que es relevante estar a la última en lo que los nutricionistas y médicos han revelado.
En primer lugar, habrá que fijarse en los carbohidratos, que aportan la energía a nuestro cuerpo. Al hilo de ello, es básico decantarse por los complejos, ya que estos tardan más en digerirse. Ejemplos de estos alimentos pueden ser la patata, la lenteja o la zanahoria. Por otro lado, también podría ser de ayuda el consumo de alimentos ricos en proteína, que ayudan a crear esa sensación de saciedad con mayor facilidad.
Lejos de la comida, también será una gran idea mantener una buena hidratación del cuerpo. El agua contribuye a una mejor absorción de los nutrientes, pero también ayuda a controlar esa sensación de hambre. Incluso, hay estudios que aconsejan beber un vaso de agua antes de comer para favorecer la absorción de comidas copiosas y para reducir la ingesta de alimentos.