Seis mesas, Eva dirigiendo la sala, Fernando en la cocina y un único menú degustación. Son los escasos elementos con los que trabajan en el restaurante O Secadeiro, un pequeño proyecto en una aldea gallega igual de pequeña que ha conseguido hacerse hueco entre las propuestas gastronómicas más llamativas del panorama actual. Fernando Rodríguez y Eva Guzmán se embarcaron en esta aventura en 2023, una apuesta que, a base de producto, cocina y defensa de lo rural, ha conseguido hacerse un hueco entre las recomendaciones de la Guía Michelin.
Eva y Fernando estudiaron en Santiago de Compostela, y después pasaron por distintos hoteles de Barcelona y cocinas de ciudades gallegas, aprendiendo de otros chefs mientras encontraban su propia esencia. Pero siempre tuvieron claro que querían volver a casa. “Siempre tuvimos la idea de volver y hacer algo en Banzas. No pensábamos que fuera a tan corto plazo, pero la pandemia lo adelantó todo. En ese momento decidimos que queríamos volver ya aquí a la aldea, que no queríamos pasar más tiempo en la ciudad. Y todo se precipitó”, cuenta Fernando en una entrevista con Infobae España.
Su deseo, el de ambos, era crear un restaurante honesto, a su medida, en el que pudieran expresarse libremente, en el que pudieran hacer la cocina que a ellos realmente les gustaba. Para ello, no podían elegir otro sitio que no fuera el suyo, Banzas, una aldea de unos 80 habitantes en Outes, en la ría de Muros y Noia, con solo 81 habitantes censados en 2023.
“Lo que hacemos aquí sería muy difícil hacerlo en una ciudad”, asegura Fernando. Ellos mismos cultivan gran parte del producto que utilizan en sus platos, no al 100% porque, recordemos, siguen siendo solo dos. Por eso, también colaboran con algunos productores de la zona. “El poder recoger nuestro producto cada día antes de cada servicio es impagable. Al final el sabor, la frescura que conseguimos es muy complicado conseguirla con un producto que se ha comprado”, concluye el chef.
Ya su nombre nos anuncia su encantadora ubicación. Para abrir su restaurante, Fernando y Eva eligieron un antiguo secadero, propiedad de la familia de ella. “La idea vino un día paseando por las fincas que tenemos alrededor de nuestra casa. Dijimos, ‘¿por qué no aquí?’”, cuenta el chef. Esta construcción tradicional de granito era antiguamente un secadero de cereal, donde los abuelos y los bisabuelos de Eva guardaban el cereal para mantenerlo en buen estado durante todo el año. Tras dos años de reforma, el resultado es un espacio de un encanto indudable, una edificación de piedra que corona la aldea y se rodea de las fincas en las que cultivan su propia huerta.
Un menú vegetal con carnes, pescados y mariscos
La búsqueda del sabor como valor indispensable y la cocina tradicional como punto de partida son las dos características que marcan su visión gastronómica. “Buscamos platos que nos recuerden a lo que se cocinaba aquí en la aldea, en nuestra casa, y los traemos a la cocina de ahora”, señala el cocinero, que centra su producción en un único y cambiante menú degustación, formado por ocho platos y disponible, a día de hoy, por 58 euros por persona.
La de O Secadeiro es una cocina muy viva y muy vegetal, una propuesta en la que el producto de su huerta juega un papel muy importante. “La cercanía a la huerta nos permite hacer un menú de microtemporada, cocinar con lo que la tierra ofrece en cada momento”, cuenta el cocinero. Si es guisante, cocinan con guisante. Si es alcachofa, alcachofa. Aunque la base sea el producto vegetal, O Secadeiro no es un restaurante vegetariano. Carnes, pescados y mariscos complementan, en mayor o menor medida, a los vegetales de la huerta y a los productos de los pequeños productores con los que trabajan.
Un proyecto pequeño que ha conquistado Michelin
O Secadeiro es una de las últimas incorporaciones a la larga lista de restaurantes que la Guía Michelin recomienda a sus lectores. A falta de unas semanas para que se entreguen las distinciones anuales de la guía -Estrellas, Estrellas Verdes y Bib Gourmands-, los inspectores de la entidad francesa recorren cada mes la geografía española para descubrir las mejores cocinas de nuestro país, siendo este restaurante gallego una de las incorporaciones del mes de octubre.
“Representa en sí mismo un homenaje a sus convicciones”, dice de este proyecto la guía, alabando además su uso de productos como el Lentellón, una alubia autóctona del valle que ya solo cultivan ellos, junto a otro vecino, y que aquí sirven en un guiso de manitas de cerdo. “Entrar en la Guía significa que reconozcan el trabajo que estás haciendo”, afirma el chef gallego. “¿Y qué nos puede aportar? Yo creo que mucha visibilidad. Al final somos un proyecto muy pequeñito, y esto nos puede hacer llegar a ese cliente al que, a nosotros solos, nos costaría un poquito más de tiempo llegar”.