El tiempo no afecta de la misma forma a todos los humanos, pues diferentes individuos de una misma edad pueden tener un proceso de envejecimiento más avanzado o ralentizado. Algunos desarrollan arrugas o marcas de vejez a una edad temprana, mientras que otros pueden tener una piel tan tersa como un adolescente. Aun así, la longevidad media de la población mundial está aumentando cada vez más, gracias a las mejoras médicas y los estándares de vida.
Este fenómeno se debe a la edad biológica anclada a cada uno, la cual puede aumentar debido a los malos hábitos alimenticios o de ejercicio de cada uno. No obstante, un estudio reciente ha determinado las pruebas que se pueden realizar desde casa para poder predecir la edad biológica de nuestro organismo. Este ha relacionado en la fuerza y en la capacidad de equilibrio, con el envejecimiento neuromuscular.
Sin duda, los descubrimientos de esta investigación podrían ayudar a mucha gente para poder enfocar la atención médica necesaria en cada usuario. Por lo que el estudio publicado en la revista científica Plos One puede ser de verdadera ayuda para miles de adultos de mediana edad que encuentran dificultades físicas en su día a día.
Cómo es el test para comprobar la edad biológica
En primer lugar, para completar el estudio se contó con la participación de diversos individuos sanos mayores de 50 años. En el estudio transversal se trató de medir la fuerza de “la extremidad superior (agarre) y la fuerza de la extremidad inferior (rodilla) del lado dominante”, aclara el informe. De esta manera, se ejecutó una prueba de equilibrio en una plataforma, con diferentes posturas cada 30 segundos: “postura bilateral con ojos cerrados con la pierna dominantes y la pierna no dominante con los ojos abiertos”. También se examinaron diferentes parámetros en cuanto a la marcha a nivel mediante un sistema que captura el movimiento óptico, con el fin de calcular la estabilidad dinámica (MSD).
De esta manera, se determinó en primer lugar que la marcha no se ve tan afectada por la edad, aunque la fuerza y la nivelación muestran una reducción significativa en personas mayores. Asimismo, el informe detalló que, concretamente, la duración del equilibrio unipodal, la capacidad de mantenerse de pie sobre una pierna, es una de las medidas más afectadas por el envejecimiento.
Así, los resultados mostraron que el tiempo de este ejercicio disminuye aproximadamente 2,2 segundos por década para la pierna no dominante y 1,7 segundos para la dominante. Por otro lado, a pesar de que en los parámetros de fuerza se pueden observar claras diferencias entre ambos sexos, con respecto a los de equilibrio, no se han encontrado resultados dispares.
La razón que ha proporcionado el estudio apunta a la sarcopenia, es decir, la pérdida de masa muscular, fuerza y función que surge con el envejecimiento. Sin embargo, la investigación señala que los sujetos “pueden ganar equilibrio y fuerza a través de programas de entrenamiento en laboratorio y mantener esas ganancias con programas de mantenimiento”.
Por lo que, la identificación temprana de la disminución en estos ejercicios puede ser clave para mejorar la atención médica y reducir el riego de caídas en este sector de la población. No obstante, hay que tener en cuenta que Plos One ha subrayado la necesidad de ampliar la muestra y los rangos de edad para obtener resultados más concluyentes.