Jordi Roca es uno de los reposteros más prestigiosos de toda España. Pastelero del triestrellado restaurante familiar El Celler de Can Roca, reconocido en varias ocasiones como el mejor restaurante del mundo, Jordi es todo un referente en el mundo de la alta cocina de innovación, especialmente a lo que el mundo del dulce se refiere. A día de hoy, Jordi y sus hermanos se encuentran inmersos en varios proyectos, entre ellos la apertura de un nuevo restaurante en Escocia y de su bar de vinos en Girona.
Pero además de innovar con ingredientes y técnicas de alta cocina, el pequeño de los Roca también sabe cómo dar en el clavo con las recetas dulces más clásicas, esas elaboraciones sencillas que todos podemos hacer en casa. Al chef le encanta sacar a relucir su imaginación y ayudar a sus seguidores a hacer lo propio, con vídeos en sus redes sociales en los que nos enseña a convertirnos en maestros reposteros sin salir de nuestras cocinas.
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En su sección “Cosas de Casa”, una serie habitual de su cuenta de Instagram, el cocinero nos ha dado la mejor receta para aprovechar el pan duro, coincidiendo con la fecha del 16 de octubre, jornada en el que celebrábamos el Día Mundial del Pan. Al pensar en dulce y en pan duro, nos vienen muchas opciones diferentes a la cabeza, aunque la receta por excelencia es sin duda la de las torrijas. En realidad, este postre creado por Roca, al que no bautiza con ningún nombre específico, tiene mucho que ver con ellas. Eso sí, son unas torrijas versionadas al “estilo Jordi Roca”, con las que ha conseguido crear algo nuevo, igual de goloso y rico que la versión más tradicional.
La receta de Jordi Roca para aprovechar el pan duro
Para comenzar, el cocinero corta el pan duro en rebanadas, de aproximadamente dos o tres centímetros cada una. En vez de utilizar leche como en las torrijas tradicionales, Roca remoja estos trozos de pan en una crema inglesa, una delicada preparación a base de leche, azúcar y yema de huevo que es uno de los grandes básicos de la repostería. El chef catalán le añade además un poco de nata, de forma que quede aún más cremosa.
Para preparar la crema inglesa, Jordi Roca introduce en un cazo 250 ml de leche, 250 ml de nata, 50 gramos de azúcar y tres yemas de huevo. Una vez esta mezcla comienza a calentarse, añade también una rama de canela y la cáscara de un limón, dos ingredientes que le aportarán un aroma delicioso. Cuando la mezcla llega a unos 85 grados y comienza a espesar, el cocinero la aparta del fuego y la deja atemperar.
Una vez la crema coge una temperatura templada, Jordi la vierte en un recipiente con los panes, dejándolos remojar durante unos segundos. A continuación, los seca un poco con papel absorbente hasta eliminar el exceso de líquido. El paso final es tostar las rebanadas en una sartén engrasada con mantequilla. Para crear una costra dulce y crujiente, el cocinero espolvorea azúcar de la rebanada antes de saltearla en una sartén durante unos segundos por cada lado.