Para muchos, el ritual de todas las mañanas comienza con un café. Esa bebida que se necesita para “empezar a funcionar” y que se puede tomar de varias maneras y hacer de tantas formas distintas. Debido a la gran variedad de cafeteras, existen métodos diferentes de extracción para sacar el delicioso sabor de una taza de café.
Dependiendo de la cafetera que se utilice, existen distintos trucos para sacar el máximo aroma de cada grano de tan exquisita infusión. Y dependiendo del tipo de grano, existen distintas cafeteras que extraerán mucho mejor su sabor.
Cafetera italiana
La cafetera italiana es una de las más habituales en las casas del mundo. Se calcula que, actualmente, hay 300 millones de unidades en todo el mundo, según la empresa de café Bonka. Esta cafetera funciona con un sistema de temperatura y presión muy simple que da como resultado un café muy parecido al expreso. No obstante, se le puede sacar aún más partido.
Lo mejor para usar esta cafetera es utilizar un café tostado con un molido medio. El café extrafuerte es ideal porque tiene el grado de molido exacto, además de un sabor y un cuerpo muy intensos, perfecto para los cafeteros que tengan esta máquina en sus hogares.
Los pasos a seguir para obtener el mejor café son:
- Llenar la parte inferior con agua embotellada caliente hasta llegar a la válvula.
- Llenar el filtro del café molido, sin presionar.
- Poner la cafetera al fuego sin tapar.
- Cuando empiece a subir el café a la parte superior, bajar un poco el fuego y cuando empiece a salir el vapor, apagarlo.
- Remover el café y servir.
Cafetera exprés
Las cafeteras exprés son las más parecidas a las que vemos en la hostelería, por lo menos a lo que el funcionamiento se refiere. Tienen un depósito que se debe llenar de agua mineral para evitar sabores no deseados. Hay que tener en cuenta que más del 90% de una taza de café es agua, de ahí su importancia.
El tipo de café ideal para usar en esta cafetera es el molido fino. Se trata de un café de cultivo sostenible, con cuerpo y muy aromático. Al igual que con la cafetera italiana, el agua debe pasar con facilidad a través de café y extraer todo el café en poco tiempo. Por otro lado, si se desea obtener un café muy cremoso, un truco puede ser utilizar una tacita o un vaso con fondo curvo.
Los pasos a seguir para preparar un buen café expreso son:
- Sacar el cacillo (suele quietarse en el sentido de las agujas del reloj). Comprobar si tiene la rejilla metálica y si no la tiene, colocarla.
- Poner dos cucharadas de café molido en el cacillo y prensarlo bien.
- Introducir en el cacillo.
- Encender el proceso de la cafetera y no interrumpirlo.
Cafetera de goteo
Las cafeteras de goteo o de filtro eléctrico se popularizaron en Estados Unidos a partir de los años 70. Todos hemos visto la famosa escena de una camarera sirviendo café por las mesas con una jarra de café en la mano.
Estas cafeteras son habituales en las oficinas, ya que requieren poco mantenimiento, no necesitan fogones, ocupan poco espacio y son bastante económicas. El café que se obtiene es claro y suave. El café perfecto para usar en ellas es uno medio molido. Como en el resto de casos, se recomienda usar agua embotellada y seguir los siguientes pasos:
- Llenar el depósito de agua mineral a temperatura ambiente.
- Llenar el filtro con 60 gramos de café molido por litro de agua.
- Encender la cafetera y dejar que el café se vaya depositando en la jarra.
Cafetera de émbolo
La cafetera de émbolo, también conocida como prensa francesa, necesita de un tiempo de infusión del café molido con el agua muy superior. Por eso, lo mejor para este tipo de cafeteras es usar un molido grueso.
Para preparar el mejor café con este tipo de cafeteras hay que seguir los siguientes pasos:
- Poner el café molido en la jarra.
- Añadir el agua caliente poco a poco. La proporción idónea es 15 mililitros de agua por gramo de café.
- Remover bien.
- Poner la tapa, sin presionar, y dejar calentar el café durante cuatro minutos.
- Presionar el émbolo con cuidado para separar el café molido de la infusión.
- Servir al momento.